El Acunsa GBC estaba en buen momento, con tres victorias en cuatro partidos, cuando llegó el parón. ¿Se mantienen las buenas sensaciones?

—Ha sido mucho tiempo parados, de solo entrenar y ya tenemos ganas de jugar. Creo que estamos preparados.

El sábado se juega un derbi trascendental en la lucha por la permanencia. No es un partido más.

—Está claro que es clave por la posición en la que estamos los dos equipos. Todos los partidos son finales y hay que sumar más victorias. Si pierdes habrá que intentar que afecte lo menos posible, y si ganas no puedes dar todo por hecho porque aún quedan muchos partidos y habrá que seguir ganando.

El Acunsa GBC está donde se esperaba al inicio de la temporada. ¿Eso les está ayudando?

—Nosotros desde el inicio teníamos claro el objetivo de la permanencia. Empezamos muy dubitativos, tuvimos meses complicados en los que no éramos capaces de competir los partidos y desde la derrota en Bilbao todos nos daban por muertos porque tuvimos tres tiros para ganar, nos quedamos a dos partidos del Bilbao Basket, perdimos a Echenique, nuestro mejor jugador, y además Marcelo Nicola cogió el covid. Todos eran malas noticias, pero nos hicimos más fuertes y ahora seguimos en la lucha.

Tras aquel partido, ganaron al Tenerife con un tiro en el último segundo del debutante Carlson. ¿Fue ese día cuando el equipo empezó a creer en sus posibilidades?

—Sí, llevábamos meses en los que, con perdón, habíamos comido mucha mierda. Pero en ese momento en el que parecía que tocábamos fondo todos dimos un paso adelante y entendimos que si estábamos concentrados y hacíamos lo que sabemos podíamos estar cerca de cualquier equipo. Luego, ganamos al Joventut en Badalona también en los últimos segundos y eso nos dio mucha confianza.

Ganar en los últimos segundos es una virtud importante para lo que está en juego y el GBC ha ganado sus cinco partidos por escaso margen.

—Sí, es verdad y eso nos ha hecho ver que cuando hemos competido hasta el final hemos sido capaces de sumar victorias. Eso nos ha dado mucha confianza. Al contrario, cuando no hemos competido nos han pasado por encima. Por eso tenemos claro que tenemos que mantenernos en los partidos hasta el final.

Además, el Acunsa GBC apenas ha hecho un cambio en la plantilla y obligado.

—Eso nos da más mérito. Todos los equipos de abajo han hecho muchos cambios, aparentemente se han reforzado, pero en nuestro caso el club ha mantenido la confianza en el grupo. Se fichó a Mike Carlson por Echenique, pero Mike llevaba con nosotros desde pretemporada y era uno más del grupo. Al final, en estos momentos delicados esta estabilidad, llevar tanto tiempo juntos, ayuda a que el equipo se sienta más seguro en pista.

Usted estuvo en el Bilbao Basket en la temporada del descenso. No es comparable aquella situación con la actual en el GBC.

—Firmé tres años con el Bilbao Basket, pero fue una muy mala temporada en la que se juntaron muchas cosas negativas y problemas en lo deportivo y en lo extradeportivo. Cuando eso pasa, se hace difícil cumplir objetivos. Pero guardo buen recuerdo de la ciudad, le tengo un cariño especial a Bilbao porque, no en vano, allí nació mi hijo.

O sea, que si se diera la oportunidad no descartaría volver.

—Nunca se puede decir que no a nada, aunque ahora mismo estoy muy a gusto en Donosti y, al fin y al cabo, estoy al lado de Bilbao. Mi carrera me ha llevado a dos sitios increíbles para vivir como Donosti y Bilbao y estoy muy agradecido por ello. No se sabe qué puede pasar en el futuro, pero ahora solo pienso en el día a día y en cumplir el objetivo. Espero que después del partido del sábado al Bilbao Basket también le vaya muy bien.

¿Esperaba ver al Bilbao Basket tan abajo?

—En el deporte pasan estas cosas. La temporada pasada hicieron una temporada increíble, con mucho mérito y mucho trabajo, en la que todo les fue de cara. Ahora están en la lucha por no bajar, pero creo que ellos también sabían que ese era su objetivo. Que ganemos nosotros el sábado, pero después les deseo toda la suerte del mundo y a ver si nos podemos salvar los dos al final de temporada.

Ahora mismo, la pelea por no bajar está entre cuatro o cinco equipos. ¿Cree que pueda caer alguno más?

—No lo sé. Es verdad que cuantos más equipos estemos abajo, mejor. Pero no vale pensar en los demás y es mejor centrarse en uno mismo. Queda aún casi toda la segunda vuelta y todos los equipos dependen de sí mismos para salvarse. Además, quedan partidos pendientes. Por eso, hay que centrarse en el trabajo diario ya que si piensas en los demás es porque no te queda otra opción y entonces, probablemente, ya no tiene remedio.

"Tras perder en Bilbao nos daban por muertos, pero dimos un paso al frente y ahora estamos con confianza"

"Le tengo mucho cariño a Bilbao porque allí nació mi hijo. A partir del sábado, les deseo toda la suerte del mundo"