Bilbao - Allá por el mes de septiembre, calendario en mano, la lógica marcaba que la semana que arranca hoy iba a ser de vacaciones para el Bilbao Basket. Sin embargo, a base de trabajo, talento, compenetración y, sobre todo, victorias, los hombres de negro se han ganado el derecho a preparar desde esta mañana el duelo que les medirá el jueves al Real Madrid en los cuartos de final de la Copa. Muy pocos contaban con la presencia del conjunto vizcaino en esta batalla, pero los de Álex Mumbrú se lo han currado a pico y pala para lucir bajo los grandes focos en uno de los escaparates más luminosos del baloncesto continental. Arrancaron como el típico equipo modesto y simpático que sorprende por sus buenos resultados y se han convertido en un auténtico depredador especialista en derribar gigantes, hasta el punto de que desembarcan en el torneo del K.O. con la mejor racha de los ocho participantes en las últimas nueve jornadas.

Desde mediados de diciembre, el conjunto vizcaino acumula la friolera de ocho victorias por una sola derrota, la cosechada en la pista del Herbalife Gran Canaria. En estos dos meses, los hombres de negro han logrado triunfos meritorios ante otros tres equipos clasificados para la Copa como son Barcelona, Valencia Basket y Unicaja, además de superar a Burgos, Betis, Murcia, Estudiantes y Manresa. En este ranking de balances en las últimas nueve jornadas le sigue el Barcelona, con 7-2; el Tenerife, con 6-2 (su partido de esta jornada ha sido aplazado por la disputa de la International Cup); el Real Madrid y el Zaragoza, con 6-3; y el Andorra, Unicaja y Valencia Basket, con 5-4.

Pese al fantástico momento por el que atraviesa el Bilbao Basket, no cabe ninguna duda del favoritismo del Real Madrid -ayer superó por un contundente 93-69 al Coosur Betis y recuperará para el duelo del jueves a Rudy Fernández-, pero el objetivo del conjunto vizcaino será mostrar esa espíritu competitivo que le ha acompañado siempre esta campaña salvo contadísimas ocasiones (las visitas al Zaragoza y al Gran Canaria) para tratar de complicarle la vida. Y debería ser capaz de hacerlo, ya que los de Mumbrú llegan a esta cita en su justo punto de madurez, con trazas de equipo compacto, sólido y con las ideas muy claras.

Parecía que la lesión de Jaylon Brown, referente anotador de la segunda unidad y pieza absolutamente diferencial en la rotación por sus características físicas y de juego, podía entorpecer el buen momento de los hombres de negro por los ajustes que obligaba a realizar, pero la respuesta del colectivo ha sido tan contundente como espectacular: victorias ante Valencia y Unicaja. Estas dos citas han demostrado que el engranaje global del equipo está magníficamente ajustado. No es solo que cada pieza sepa perfectamente lo que de ella se espera y cumpla a rajatabla, sino que la confianza de todos los jugadores se encuentra por las nubes, por lo que a nadie le tiembla el pulso si debe asumir tiros en situaciones comprometidas. Podrán entrar o no, pero ninguno da un paso atrás.

Axel Bouteille sigue siendo el gran referente ofensivo, pero el equipo también es capaz de ganar sin sus heroicidades. Jugadores como Emir Sulejmanovic o Ben Lammers ya han tirado del carro anotador en muchos momentos de los dos últimos encuentros, Jonathan Rousselle y Thomas Schreiner cada vez conectan más y mejor con sus compañeros, Ondrej Balvin y Rafa Martínez ponen experiencia en los momentos más calientes, Arnoldas Kulboka puede explotar en cualquier momento y Sergio Rodríguez, Tomeu Rigo e Iván Cruz no son en absoluto jugadores timoratos. Que sí, que la lógica señala un triunfo blanco, pero también apuntaba a semana de vacaciones para los hombres de negro.