Comprender una notificación bancaria, leer un correo institucional, interpretar un gráfico o hacer una gestión en línea son acciones cotidianas que pueden convertirse en un reto para millones de personas. Para muchas de ellas, la solución podría estar en Melvin, un nuevo asistente digital que facilita el acceso a la información digital de manera comprensible y autónoma.
“En Accessibles –la entidad creadora de Melvin– trabajamos para crear un mundo digital sin barreras cognitivas, comunicativas y sensoriales. Nuestra tecnología, basada en la IA y el diseño universal, promueve la educación, posibilita la comunicación y el acceso a la información y facilita la comprensión de esta. Facilitamos que todos, sin importar sus capacidades, puedan obtener una experiencia digital adaptada a sus necesidades para que puedan participar de forma activa y autónoma en la sociedad”, explica Laura Martín, cofundadora y CEO de Accessibles, formada en diseño tecnopedagógico de programas, entornos y recursos, y especializada en integración social, mediación comunicativa y accesibilidad por la UOC.
Junto con Martín, forman parte del equipo promotor y de los socios fundadores de Accessibles Luis Malhadas, responsable de tecnología, y Anna Barnadas, responsable financiera y también formada en la UOC.
Concepto universal de accesibilidad
“Todos podemos ser usuarios de Melvin”, explican sus creadores, puesto que “es como una navaja suiza virtual: escalable y con un gran potencial para transformar la educación haciéndola inclusiva y para revolucionar otros sectores clave, desde hacer una transferencia hasta concertar una cita o entender un contrato”. La iniciativa ha sido uno de los proyectos finalistas del SpinUOC 2025 y de su premio SpinUOC Mujer, seleccionada por su enfoque en la accesibilidad cognitiva, comunicativa y sensorial mediante IA.
Esta herramienta consiste en un software de IA que aborda la falta de accesibilidad y personalización en cualquier entorno digital, y está enfocada especialmente a personas con discapacidad o necesidades específicas de comprensión y aprendizaje. Ofrece funciones como resúmenes, lectura fácil, pictogramas, lengua de signos o audiodescripción; mejora la comprensión del contenido y promueve una comunicación y una educación para todos. También brinda apoyo a las familias y ahorra tiempo a profesionales a la hora de crear contenido accesible e inclusivo automático a través de un chatbot especializado.
Esta solución tecnológica está diseñada para abordar la falta de adaptabilidad, comprensión e inclusión en entornos digitales. Melvin se centra en tratar los contenidos en varios formatos y adaptarlos a diferentes necesidades: dificultad de comprensión debido a barreras cognitivas, sensoriales y comunicativas, barreras idiomáticas y falta de herramientas para profesionales que faciliten una educación inclusiva y una comunicación accesible.
Para todas las personas
Los creadores señalan que el destinatario de Melvin es la población general, aunque hay colectivos para los cuales es imprescindible, como, por ejemplo, las personas que presentan dificultades lectoras y de comprensión, discapacidad intelectual y del desarrollo, dislexia, parálisis cerebral, daño cerebral, condiciones neuropsiquiátricas, problemas de visión, ceguera, sordoceguera, afasia y demencia, personas mayores, inmigrantes recientes, hablantes no nativos y personas con baja alfabetización. En cuanto al ámbito educativo, Melvin da respuesta al alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo (NEAE) y facilita la implementación del diseño universal para el aprendizaje (DUA).
Origen: una investigación
La idea del proyecto surgió a finales de 2023 a partir de una investigación sobre la accesibilidad en los entornos virtuales de aprendizaje para abordar la falta de acceso a la información y a materiales adaptados para personas con discapacidad, así como las dificultades que estas personas tienen para acceder a la información y comprenderla. “Vimos la oportunidad de fusionar nuestros conocimientos –la ingeniería informática, la accesibilidad, el ámbito social y educativo y la tecnopedagogía– y de colaborar con personas con dificultades de comprensión y aprendizaje y entidades sociales y educativas, lo cual es indispensable”, explican Martín, Malhadas y Barnadas.
Melvin trabaja con organizaciones de todo tipo que tienen presencia digital, como entidades educativas, corporativas o gubernamentales, ayudándolas a hacer que sus contenidos, plataformas y servicios sean accesibles para todo el mundo. La accesibilidad digital es esencial para garantizar la igualdad de oportunidades, mejorar la experiencia de usuario y cumplir normativas, y no está limitada a ningún sector concreto.