Un robot humanoide chino intenta rebelarse y ataca a sus propios creadores

La robótica y la inteligencia artificial (IA) han dado el salto del mundo digital al mundo físico. En este contexto, un vídeo difundido recientemente en las redes sociales está dando de qué hablar, ya que muestra el momento en que un robot humanoide pierde el control durante una prueba de funcionamiento. La grabación expone cómo la máquina se activa de forma imprevista y comienza a lanzar golpes con brazos y piernas contra dos técnicos. El incidente preocupante tuvo lugar en las instalaciones de una empresa robótica china durante una prueba experimental. En redes sociales, los usuarios han interpretado este suceso cómo una advertencia sobre los riesgos que presenta la creciente autonomía de las máquinas con inteligencia artificial, ya que una prueba técnica no salió como se esperaba: la máquina comenzó a presentar fallos y perdió el control. 

Por qué se salió de control

Al parecer, todo indica que el comportamiento errático del robot no fue producto de una rebelión, sino más bien de un fallo en su sistema de control. Por ejemplo, errores de programación o defectos en los sensores que el robot interpreta en el entorno. Por tanto, se trató de fallos técnicos, y no de acciones autónomas. Con las medidas de seguridad, este incidente hubiese pasado desapercibido y no hubiese generado ningún problema.

Aria, la robot de interacción emocional

Aria es una figura humanoide de 1.70 metros, equipada con cámaras oculares, sensores y un sistema de procesamiento basado en inteligencia artificial que le permite mantener conversaciones, reconocer rostros y almacenar datos. Se trata de una robot de compañía, creada para combatir la soledad, acompañar a personas en entornos privados o incluso servir en industrias como la hostelería o en el marketing. Su existencia plantea preguntas sobre los efectos sociales de establecer relaciones o conversaciones con las máquinas, ya que el hecho de que este dispositivo pueda simular atención, memoria emocional y disponibilidad constante ha llevado a algunos expertos a plantearse que, más que combatir la soledad, podría ser útil la máquina para fines comerciales. 

El sueldo de un robot en el futuro

En una conferencia, Ginseng Huang, CEO de NVIDIA, anticipó que en el futuro los humanos pagarán hasta 50.000 euros anuales a robots por realizar tareas laborales. Además, presentó el modelo Groot N1, un sistema de IA diseñado para dotar a las máquinas de capacidades cognitivas similares a las humanas. Este modelo no está programado con base de datos entrenados, sino que actúa según las circunstancias de su entorno. Además, Groot se entrena mediante simulación de datos sintéticos; es decir, acelera su preparación sin necesidad de intervención del mundo físico. Según Huang, la inteligencia artificial física y la robótica avanzan con mucha rapidez y podría transformarse en la mayor industria del planeta.