La forma más fácil y rápida de eliminar el vello corporal sigue siendo la depilación con cuchilla. Sin embargo, es uno de los métodos más peligrosos y propensos a producir cortes, granitos e irritaciones. Es por ello que debemos tener especial cuidado con la cuchilla que utilizamos y mantener una higiene adecuada y cuidar la piel antes y después del rasurado.

Cuchillas de afeitar Freepik

Frecuencia con la que cambiar la cuchilla

Según la Dra. Frauke Neuser, Responsable de Comunicación Científica de Gillette Venus, ésta dependerá del crecimiento del vello, la cantidad de hojas de la cuchilla y de la forma de rasurarse

- Diario: Se recomienda cambiar la cuchilla cada diez días (puesto que es la cantidad de usos en el que su mantiene su afilado).

- En días alternos: En este caso es suficiente con cambiarla cada 20 días o una vez al mes.

- Una vez a la semana: Se deberá cambiar cada diez semanas aproximadamente.

Todo ello hablando de cuchillas no desechables. Estas, como su nombre indica, son de un solo uso.

Peligros de no cambiar la cuchilla

Las cuchillas viejas pueden empeorar el resultado del rasurado y favorecer a infecciones y pelos enquistados. Si no se cambia regularmente la cuchilla puede dar tirones e irritar la piel además de acumular bacterias

Mujer depilándose la pierna Freepik

Consejos para que las cuchillas de afeitar duren más

1) Prepara la piel.

Una piel bien hidratada suaviza y facilita el proceso de afeitado pues reduce la fricción y protege la cuchilla.

2) Aclara la cuchilla después de cada pasada.

Debemos procurar que cada vez que pasemos la cuchilla por la piel no queden restos de gel o espuma de afeitar, puesto que pueden llevar restos de vello e interferir en el rasurado.

3) Guarda la cuchilla seca.

Después de los rasurados hemos de limpiar la cuchilla y desinfectarla para su próximo uso al igual que guardarla en un lugar seco. De esta forma evitaremos que las hojas se oxiden o acumulen bacterias y generen futuras infecciones.

Pasos para taponar un corte de cuchilla

Los cortes al depilarse suelen ser aparatosos puesto que hay zonas como pueden ser los tobillos o las rodillas más complejas y propensas a sufrir heridas. Aunque parezca evidente, taponar el corte con un poco de papel higiénico, como siempre se ha hecho, no es suficiente.

Piedra de alumbre Freepik

1. Lava la herida con agua fría. Este paso es importante para curar cualquier herida. El agua fría (sola, sin jabón) ayuda a que los vasos sanguíneos se cierren y deje de sangrar.

2. Presiona la zona con un papel o algodón, aunque lo recomendable es usar una gasa esterilizada para evitar depositar residuos sobre el corte.

3. Aplica alumbre, ya se en formato de piedra de alumbre como los desodorantes, al natural o en stick. Humedece el alumbre y ponlo sobre la zona, sentirás escozor que es la señal de que el sulfato de aluminio está cerrando la herida.

4. Desinfecta con agua oxigenada, gotas de árbol del té o, como opción si no tienes estos productos, agua y jabón (este lo más natural posible).

5. Si es necesario coloca un apósito o tirita para que no se vuelva a abrir el corte. 

Consejos para evitar los granos de la depilación

Exfoliación previa a la depilación

Es recomendable exfoliar la piel de la zona. De esta forma lograrás que tu piel esté más limpia y que la retirada de cabello será más sencilla. Además, estos productos eliminan células muertas y, por tanto, los poros estarás más abiertos y evitaremos vello encarnado.

Hidratación posterior

Tras una sesión de depilación es muy importante hidratar la zona con una crema hidratante. En caso de que la depilación sea más agresiva o dolorosa como la depilación láser o a la cera puedes incluir cremas naturales con ingredientes calmantes como el aloe vera o el aceite de rosa mosqueta.

Opta por una depilación a manos de profesionales

La depilación en casa puede ser la causa directa de las heridas puesto que generalmente no disponemos de la práctica ni de los conocimientos necesarios sobre el cuidado necesario para retirar el vello.