Itzi Ariztimuño ha asumido la responsabilidad de dirigir casi en solitario el juego del Lointek Gernika en los últimos partidos. La base bilbaina está cumpliendo con creces sin abandonar su sonrisa en la cancha porque “hay que seguir disfrutando”.

Vuelve la competición después del parón de las ventanas, que le habrá venido bien por la carga de minutos que llevaba en los últimos partidos.

—Bueno, más que un parón ha sido una pequeña pausa de unos pocos días porque el jueves de la semana pasada ya estábamos entrenando. Además, en el equipo hay cuatro jugadoras que no han parado. Pero se pudo desconectar y cargar pilas para volver ahora con más ganas.

La lesión de Sandra Ygueravide le puso mucha responsabilidad, pero ha respondido a gran nivel. Ha aprovechado los minutos.

—Nunca gusta que nadie se lesione y la de Sandra fue un palo porque es una jugadora muy importante y, además, una persona genial. En ese caso, lo que tocaba era dar un paso adelante todas y en mi caso he intentado dirigir al equipo y llevar el ritmo, como siempre, pero también sabía que tenía que aportar algo más de lo habitual en otros aspectos. Sobre todo, hacer bien o mejor lo que siempre he hecho bien para que el equipo funcionara.

¿Tuvo dudas a la hora de asumir un rol más importante?

—Puede ser que pienses que igual la responsabilidad te puede pesar, pero yo lo tomé como una oportunidad. Al final, tienes que estar preparada para cualquier situación y esa llegó con la lesión de Sandra. Pero tenía claro que tenía que seguir disfrutando para poder dar lo máximo al equipo.

Llegó de una manera no deseada, pero ¿era la oportunidad que estaba esperando después de todos los años que lleva en el equipo?

—Yo siempre ha tratado de aprovechar al máximo todos los minutos que me han dado, pero esta es una situación que no había vivido. Hay más responsabilidad porque también hay más posibilidades de cometer errores por el simple hecho de estar más tiempo en cancha. Pero lo que pretendo es no hacer cosas raras, sino hacer bien aquello que sé hacer y no intentar mucho de lo que no domino. Sobre todo, no debo frustrarme si fallo para poder seguir aportando al equipo.

Con otro estilo al de Ygueravide, el equipo ha seguido funcionando con usted al mando. Quizás porque el equipo ya va cogiendo los automatismos.

—Claramente. En los primeros partidos, sobre todo fuera de casa, acusamos todos los cambios que tuvimos en la pretemporada y al inicio de la temporada. Hasta que estuvimos las que estamos ahora, pasaron muchas semanas y eso nos condicionó porque no teníamos estabilidad y nuestro juego era irregular. En los últimos partidos estamos jugando bastante bien, creando conexiones, y eso se nota.

En el verano hubo muchos cambios en el club. ¿Eso también afectó al inicio, sobre todo a las jugadoras que llevaban más tiempo?

—Sí, fue un cambio muy grande. Mario (López) llevaba mucho tiempo, pero creo que nos hemos adaptado muy bien porque todo el mundo, tanto desde el cuerpo técnico como desde la plantilla, ha puesto de su parte para que saliera bien.

¿Qué ha aportado Anna Montañana como entrenadora principal?

—Ella ha sido una jugadora muy importante en la Liga Femenina y en el baloncesto español y nos aporta mucho con esa visión de exjugadora como en el trato personal. Es muy competitiva y muy intensa y eso nos lo transmite cada día. Además, cuando tienes alguna duda, algo que no te gusta, te lo puede aclarar.

¿A nivel táctico ha habido mucho cambio?

—Lo básico siempre lo haces parecido. Al menos en mi caso, lo que me pide Anna es lo mismo que me pedía Mario. Lo que nos caracteriza es la intensidad, energía, salir rápido al ataque, y eso sigue siendo lo mismo.

Ahora llega un mes muy exigente, con nueve partidos en diciembre.

—Sí, pero cada vez que miramos el calendario no vemos ningún mes que no sea duro. Ahora nos viene el Avenida, pero tenemos que ir partido a partido. Quedan aún dos de la Eurocup, la lucha por la Copa está ahí y la Liga está loca. Por eso, hay que hacer el trabajo poco a poco y con calma.

Hoy se miden al campeón Avenida. ¿Lo ven más vulnerable que otras temporadas?

—Es raro que hayan perdido un par de partidos ya, pero el Avenida siempre tiene un equipazo y seguro que el partido va a ser muy difícil. Teniendo en cuenta eso, nosotras también lo estamos haciendo bien en los últimos partidos, nos sentimos con confianza y jugando en casa creo que tenemos nuestra oportunidad.

Como dice, la Liga Femenina está muy igualada y pensando en la Copa, que es el siguiente objetivo, no caben descuidos graves.

—Para mí, es el año que más competida está la liga, cualquiera puede ganar a cualquiera, y no es un tópico. Hay que tomarse cada partido como una final porque hasta las últimas jornadas de la primera vuelta no se van a decidir muchos puestos porque estamos todos los equipos muy parejos. Todo el mundo quiere jugar la Copa y todo va a estar muy ajustado por lo que nadie puede dejarse nada.

Tras el Avenida, tendrán que jugar ante el Tenerife el domingo en Maloste y luego en la misma semana ante el Venecia y el Valencia fuera, dos equipos muy potentes. ¿Está el equipo más preparado que hace un mes para afrontar estos rivales?

—Sí, básicamente porque se nota el tiempo que llevamos juntas. Lo que te decía: tuvimos que empezar la temporada cuando apenas nos estábamos conociendo. Ahora el juego está mucho más asentado y el grupo está mucho más estable.