bilbao - El Zornotza utilizó ayer las redes sociales para lanzar una llamada de socorro. “Hoy somos líderes de nuestro grupo de la LEB Plata y debería ser un día de felicidad absoluta. Lamentablemente, somos de los pocos equipos que no cuenta con un patrocinador en su camiseta con el riesgo que conlleva de no saber lo que puede aguantar el proyecto sin un sponsor”, fue el mensaje que dejó el club en su cuenta de Twitter. Además, el técnico Mikel Garitaonaindia recordó en otro tuit que por cuestiones burocráticas el Zornotza lleva tres semanas sin poder contar con el canadiense Kevin Bercy, su principal hombre en el juego interior, que marchó para renovar su pasaporte y aún no ha regresado.
Pues pese a todas estas dificultades y algunas otras, los verdes han conseguido cinco victorias consecutivas que les han aupado con el comienzo del año al liderato del grupo Oeste con una ventaja de tres partidos sobre el séptimo clasificado, el primero que se queda fuera de la fase de ascenso. La igualdad en la competición es grande, pero el bagaje del Zornotza es importante ya que hay que tener en cuenta que los resultados de esta primera fase se arrastran para la segunda. En este momento, los verdes acumulan siete victorias y solo dos derrotas con los equipos que están entre los seis mejores. Quedan seis partidos para alcanzar el final de esta primera fase y todos los rivales del Zornotza menos uno están en la mitad baja de la tabla.
Con asegurar los partidos en Larrea le bastará para cumplir el primer objetivo de la temporada y quizás el único posible desde un punto de vista razonable. Probablemente, el techo del Zornotza está en la LEB Plata e, incluso así, no son pocos los encajes de bolillo que debe hacer la directiva que preside Joxe Etxebarria para hacerlo sostenible. Sus recursos actuales no dan para mucho más y de ahí esa llamada al entorno para encontrar el dinero que dote al proyecto de mayor solidez.
cambios desde el inicio Ya no es que Bercy siga sin estar disponible, es que el Zornotza ha tenido que variar su plantilla inicial en unas cuantas ocasiones. La pareja que debía llevar la dirección del equipo, Myck Kabongo y Mikel Basterra, ni siquiera llegó a empezar la competición. En su lugar llegaron Saah Nimley y Samuel Barros para empezar el curso como bases. El primero también abandonó el equipo tras siete partidos al recibir una oferta de Lituania y tuvo que ser sustituido por Roderick Bobbitt, cuya ficha no activó el club hasta estar plenamente convencido de sus posibilidades después de estar un par de semanas a prueba. Menos duró aún Charles Eaton que no convenció ni en la cancha ni por su actitud fuera de ella y fue sustituido tras cinco partidos por Randy Onwuasor. Así, el fichaje del joven vizcaino Bingen Pérez y la ayuda de los vinculados del Tabirako se antoja como imprescindible, sobre todo para mantener la calidad en el trabajo diario, una de las claves de lo que está consiguiendo el Zornotza.
El club tuvo que pagar la pasada temporada un durísimo peaje por motivos administrativos y salir en la Liga EBA solo unos pocos meses después de disputar el play-off de ascenso ante el CBC Valladolid. Pese a ello, la afición zornotzarra ha dado una lección de fidelidad y no ha dejado de seguir a su equipo ni en los peores momentos. Esta es una seña de identidad del Zornotza, pero también del Gernika y del Bilbao Basket, en general de todo el baloncesto vizcaino, que no está teniendo el eco necesario a su alrededor. El mensaje lanzado desde Larrea, evidentemente, no es casual y revela lo complicado que es mantenerse con regularidad en unas competiciones en las que aunque todo el mundo jugara y entrenara gratis se perdería dinero.