bilbao - El baloncesto es uno de los deportes más propicios para romper pronósticos, para que ocurran cosas imprevistas que alteran el guion de los partidos. El Bilbao Basket ganó ayer gracias a la aparición en labores estelares de jugadores que hasta ahora estaban pasando casi desapercibidos por la temporada. Era un día complicado y los hombres de negro lo sacaron adelante con cinco jugadores por encima de los diez puntos y ninguno de ellos fue Mumbrú ni Hervelle, con el pívot titular con solo un punto y dos rebotes en su cuenta y también sin dos titulares como son Tabu y Tomàs. Pero el equipo bilbaino, que carece de amenaza en el poste bajo, se encontró con un rival que también renuncia a la presencia interior y eso le permitió sobrevivir en un duelo que en muchos momentos no pareció a su alcance.

El brillo se lo llevaron Dejan Todorovic, en su partido 100 en la Liga Endesa, Devin Thomas, acertado en la intendencia, y Javi Salgado, que echó unos años atrás el tiempo y llevó el ritmo del partido a su antojo en el tramo final. El estilo que propone Veljko Mrsic le va mucho mejor al de Santutxu que el que proponía Carles Duran y la lesión de Tabu ha ayudado al base bilbaino a tener más minutos en cancha. A estas alturas, Salgado no se va a asustar por la responsabilidad, al contrario, y supo llevar al equipo en el último cuarto con mano firme. Jugando a ataques largos y con los segundos cayendo en el reloj, él ve soluciones donde otros ven problemas y de eso sacó provecho el Bilbao Basket ayer. Pero eso no significa que vaya a suceder todos los días porque habrá que ver cómo reparte Mrsic los roles cuando regrese Tabu, con el que aún no ha podido contar el croata y al que está esperando con ganas.

Javi Salgado hizo su mejor partido en puntos y valoración desde su regreso al Bilbao Basket y desde la jornada 31 de la temporada 2015-16 cuando jugando precisamente con el Estudiantes hizo contra el Gran Canaria 19 puntos, 8 asistencias y 25 de valoración. Ayer acabó con 13 puntos y 7 asistencias y fue el que enganchó al Bilbao Basket y al público al partido con un par de triples al inicio del segundo cuarto cuando el Estudiantes se había escapado a once puntos y hacía falta responder al acierto de su exequipo desde detrás de la línea de 6,75 metros.

“Hoy ha tenido la suerte de poder dirigir, de meter algunos tiros y de hacer lo que a mí me gusta, pero lo importante es que el equipo juegue bien, da igual con quién”, comentó Javi Salgado tras el partido, que se mostró “contento por poder ayudar al equipo” y porque en los últimos partidos está teniendo la oportunidad de jugar más minutos “y eso te da la oportunidad de hacerlo bien o hacerlo mal. La verdad es que me he sentido cómodo”.

refuerzo positivo “Todo el mundo sabe que me gusta jugar los minutos importantes y hoy he podido demostrar por qué estoy en el equipo”, añadió el base de Santutxu. La victoria debe servir para “tener un refuerzo positivo en el trabajo con el nuevo entrenador. Queremos darle la vuelta a esto, pero para eso hacen falta victorias y hoy necesitábamos ganar”, concluyó un jugador que a estas alturas, después de 443 partidos en la Liga Endesa, no necesita reivindicarse ni demostrar nada a una grada en la que siempre ha tenido partidarios y detractores.

Jugará más o jugará menos, pero Javi Salgado es pieza importante en el Bilbao Basket como ha destacado varias veces desde su llegada Veljko Mrsic, que ve en el base bilbaino la persona perfecta para adiestrar y aconsejar a Ricardo Fischer. El base brasileño firmó ayer uno de sus mejores partidos esta temporada, estuvo vertical y acertado ante la débil defensa de Omar Cook, pero lo que hizo Salgado en el último cuarto aún no está al alcance del novato en la Liga Endesa. El de Santutxu fue el faro que indicó el camino a sus compañeros y revivió tiempos pasados. La consecuencia fue que el Bilbao Basket logró un triunfo que necesitaba como respirar.