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Mejora irregular

El Bilbao Basket dio un paso adelante, sobre todo en defensa, en el partido ante el Baskonia, pero le faltó constancia para poder competir con garantías

Mejora irregularFotos: efe y ACB Photo

EL RETAbet Bilbao Basket sumó otra derrota más a su contador. El Baskonia fue claramente superior y dio la sensación de no tener la necesidad de apretar el acelerador durante los cuarenta minutos. Sus ráfagas de talento fueron suficientes para derrotar a un equipo bilbaino, que lejos de hundirse más tras este partido, puede empezar a encontrar brotes verdes para la recuperación. El conjunto dirigido por Carles Duran basó su paso adelante en la mejoría defensiva y aunque en ataque los buenos minutos de Ivan Buva en la primera parte fueron de lo poco salvable, el Bilbao Basket tuvo por momentos la oportunidad de meterse en el partido. Sin embargo, la falta de constancia fue determinante. La irregularidad en todos los aspectos del juego fue notable. Las buenas fases no tuvieron la continuidad necesaria para presentarse como un candidato real a arrebatar la victoria al Baskonia y la derrota fue justa para un equipo que quiso, pero se quedó demasiado lejos de poder.

La principal nota positiva fue para el Bilbao Basket fue la defensa. En los encuentros anteriores, las ayudas brillaron por su ausencia, los dos contra unos agresivos quedaron anulados debido a la mala rotación defensiva y las bandejas de los oponentes llegaron una tras otra. Ayer, la historia fue diferente. Sin un número destacado de balones robados, el conjunto vizcaino provocó casi veinte pérdidas en las filas baskonistas gracias a la generosidad de los jugadores en cancha y las segundas ayudas provocaron más de un cortocircuito en el equipo local. Este trabajo permitió que el Baskonia siempre estuviera mucho tiempo al alcance, pero un alarde de talento acabó con todas las opciones bilbainas. Dos triples de Beaubois, otros dos Voigtmann y uno de Bargnani se convirtieron en un golpe directo a la esperanza bilbaina. Sin ser demasiado superior en el juego colectivo, la habilidad de sus jugadores desequilibró la balanza pese a la correcta disposición de los hombres dirigidos por Duran.

Aunque no todo fue bonito en el bando visitante. Los brazos bajaron demasiado rápido y con el partido ya decidido, el Bilbao Basket perdió su esencia de los tres cuartos anteriores. El Baskonia bajó el pistón y los bilbainos tampoco hicieron mucho por intentar la heroica. La historia había terminado. El Baskonia hizo sangre desde la línea de tres puntos con su acierto del 40%, pero la verdadera causa de la derrota llegó mucho antes. En el baloncesto gana el que más puntos mete y no sirve de nada hacer todo lo demás bien si la pelota no entra por el aro. La última jugada, en la que Jonathan Tabu falló un tiro debajo del aro, fue el reflejo perfecto de lo sucedido durante todo el partido. El conjunto bilbaino acabó con un 40% en tiros de dos y no llegó al 30% en los lanzamientos de tres. Además, al igual que hizo su oponente, el Bilbao Basket volvió a usar el tiro desde la línea de 6,75 como una de sus armas principales, a pesar de ver como una y otra vez el aro escupía casi todos los balones.

El abuso del lanzamiento exterior fue más preocupante al ver como el verdadero filón de la anotación bilbaina estaba en las inmediaciones del aro. Álex Mumbrú, máximo anotador de los suyos, no tuvo su día con el tiro lejano y sus puntos llegaron a base de percutir desde el poste bajo y utilizando su físico para realizar entradas. Mientras, Buva, claramente de más a menos en el partido, fue el salvavidas al que se agarró su equipo en la primera parte y durante estos veinte primeros minutos, produjo siempre algo positivo cada vez que recibió el balón. El otro estilete en ataque del Bilbao Basket fue Scott Bamforth. El americano superó la decena de puntos, pero sigue estando lejos de aquel jugador que deslumbró en las primeras jornadas.

Las dudas con el base Otra de las rémoras que lastró el juego bilbaino fueron las 18 pérdidas de balón. Esto permitió al Baskonia poder correr a campo abierto y, con una capacidad atlética muy superior a los visitantes, pudo anotar muchos puntos con las transiciones rápidas. La defensa baskonista no perdonó ningún error. Mumbrú se fue hasta las siete pérdidas y Sergio Llorente se las vio y deseó para subir el balón. El director de juego madrileño ejerció ayer de segundo base en otro cambió en la hoja de ruta de Duran. Tobias Borg ejerció durante muchos minutos de escolta y Javi Salgado ni siquiera saltó a la pista a pesar de los problemas para llevar el balón al campo rival. Dentro de este aspecto, Jonathan Tabu dio muestras de mejora. El acierto no le acompañó al belga, pero se le vio mucho más activo que en los encuentros anteriores.