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Sopapo Europeo

el bilbao basket, que nunca había caído a la primera en sus participaciones continentales, ha pagado en esta eurocup su mal rendimiento defensivo

Sopapo EuropeoFoto: Khimki

bilbao - “El Bilbao Basket ha jugado sin ambición ni deseo, así que el resultado es lógico”. La frase no es de Carles Duran ni de ningún jugador del conjunto bilbaino. Es de Valery Likhodei, alero del Khimki, que lejos de las frases tópicas para quedar bien con los rivales reflejó lo que él sintió ayer en la pista moscovita. Seguramente, los rusos esperaban una actitud más aguerrida enfrente, más dispuesta a la batalla, pero el partido se rompió muy pronto y todo terminó con los hombres de negro eliminados en la primera fase por primera vez en todas sus participaciones europeas.

La que concluyó ayer ha sido la peor con diferencia porque da la impresión de que el Bilbao Basket nunca ha dado la suficiente importancia a esta Eurocup a la que llegó por la puerta de atrás gracias a una invitación que nadie esperaba y de la que sale por la misma puerta tras haber ofrecido un rendimiento ni siquiera suficiente para superar un grupo en el que solo un equipo quedaba fuera. La derrota en Moscú dejaba al Bilbao Basket de lo que ocurriera después en Fuenlabrada donde el conjunto madrileño, que desde el principio proclamó su desinterés por la Eurocup, pasó por encima del Lietuvos Rytas y completó el pleno como local y acabó como segundo del quinteto. De los lituanos, que ya estaban clasificados antes de jugar, no hubo noticias, como era lógico. Pensar otra cosa era demasiado ingenuo.

Lo que mal empezó, con una derrota en casa ante el Alba Berlín y un triunfo en la misma jornada del Fuenlabrada ante el Khimki, el resultado que trastocaba todos los pronósticos del grupo, acabó peor para el Bilbao Basket que esta vez no ha estado a la altura de la competición. Incluso descuidó los averages y en el empate con el Lietuvos ha salido perjudicado. Ayer mismo, en un partido en el que, en teoría, se jugaba mucho, mostró numerosas lagunas en su juego que le dejaron sin opciones ya en el primer cuarto. La superioridad del conjunto de Dusko Ivanovic se asumía, pero se esperaba que, al menos, los hombres de negro dieran guerra hasta el final, que obligaran a los rusos a demostrar si el partido les importaba mucho o poco.

En este sentido, el choque dejó muy mal sabor de boca, aunque fue una continuación de otros en los que el equipo de Carles Duran no ha dado la medida de sus posibilidades, ni física ni tácticamente, en un grupo que se sabía exigente. Los números del Bilbao Basket han estado muy por debajo de los que presenta en la Liga Endesa y en los ocho partidos disputados ha ido muchos minutos por detrás en el marcador. Esa diferencia ha sido muy acusada en las principales piezas del equipo, que han recibido una vigilancia especial de la mayoría de sus rivales y no han conseguido tirar del equipo con la regularidad necesaria para una plantilla con las jerarquías y las responsabilidades tan marcadas.

sin alternativas Ayer mismo, entre Tabu, Bamforth y Mumbrú metieron solo tres tiros en veinte intentos. La confianza desapareció muy pronto y tampoco desde el banquillo aparecieron alternativas válidas. Sin acierto en ataque, lo peor es que el perímetro de los hombres de negro hizo aguas en defensa y el Khimki se hinchó a meter bandejas o triples sin oposición durante toda la primera parte. Lapornik, que en Berlín rescató al equipo de la derrota con un soberbio acierto en el último cuarto, salió ayer de inicio con la misión de contener a Alexei Shved, pero la estrella del Khimki destrozó el plan con una lección de fundamentos. Como le ha pasado en algunos partidos, el Bilbao Basket desatendió la obligación principal de la defensa de proteger el aro a partir de una defensa del bloqueo directo cuyos conceptos no estaban claros. El equipo se condenó a una muerte lenta ante la imposibilidad de sujetar a los rusos cada vez que encaraban el aro, bien el uno contra uno o con cortes desde el lado débil. La producción ofensiva de los cuatros y los cincos, que no cedían tanta desventaja física en sus emparejamientos, se quedó corta y el Khimki nunca pasó apuros para hacer lo que quería. El RETAbet Bilbao Basket pasó a depender de otros y eso pocas veces funciona.

Esta eliminación supone un sopapo para el club y, desde luego, una de las mayores decepciones en lo deportivo de las últimas temporadas. Esta Eurocup nació torcida y no ha habido manera de reconducirla. Tanto que muchos pueden pensar que para este viaje, o estos viajes, no hacía falta alforjas. Pero el consejo debe aclarar si en el futuro volver a jugarla va a ser un objetivo.