Trapaga Saskibaloia, único club cuyos jugadores pertenecen a seis décadas distintas
El equipo cuenta con jugadores con edades que van desde los 19 años del juvenil a los 63 del más veterano
el deporte no entiende de edades. Practicarlo y más aún, competir en categorías regionales de baloncesto con personas más jóvenes es de admirar. ¿Se imaginan a Luyk o Brabender compartiendo vestuario con Lebron James y Curry? Así sucede, salvando las distancias, en el club vizcaino Trapaga Saskibaloia. Este equipo fundado en 1988 posee una peculiar ideología, ya que cuenta en sus filas con jugadores en activo de seis décadas distintas. Un conjunto con una filosofía diferente donde todos tienen cabida en el juego, desde los 19 años del juvenil a los 63 del más veterano.
Un club singular, donde el compañerismo premia más que el resultado. Con 14 fichas en el equipo, cada jugador aporta su granito de arena. Incluso parte del cuerpo técnico participa en los partidos. Hace más de 30 años, el antiguo pabellón sufrió el desprendimiento del tejado, lo que hizo que parte de la historia de este club quedara apagada para que después, hace 12 años, se volviera a recrear el equipo gracias a los antiguos componentes del grupo. “Este equipo está hecho de una masa especial. La verdad es que la relación personal es magnífica y somos un equipo en el que cada uno aporta un poquito de lo que tiene”, explica Miguel Angel Ruiz, uno de los jugadores.
Los egos, el sentirse superior a un compañero, los roces quedan totalmente apartados en este equipo. El entrenador, Sergio Castellanos, asegura que el grupo humano que tiene en el vestuario es extraordinario. Insiste en la generosidad de todo el colectivo y la aportación de cada jugador para el bien del equipo: “Más que una familia, esto es un grupo de amigos. Todo el mundo da lo que tiene. Además, esta relación no es únicamente para lo deportivo, sino que después de cada entrenamiento o partido nos vamos a tomar algo, a comer, a cenar...”.
Desde el club se sienten agradecidos por el trato y la admiración que reciben por parte de los rivales. Enemigos en el terreno de juego, pero amigos fuera de la cancha. El hecho de medirse a nivel profesional, y mejor aún, hacerlo con la filosofía con la que compite el club del Valle es de alabar, no solo por parte de los aficionados sino que también por parte de los oponentes. El entrenador del conjunto vizcaino subraya por encima de todo el “respeto” que se tienen entre todos los entrenadores y jugadores de la categoría. Miguel Angel va mas allá: “Yo he percibido cierto nivel de admiración por parte de los rivales. Los entrenadores y jugadores rivales nos animan a seguir más años en el baloncesto, y eso me lo tomo como un halago”.
Paso a las nuevas generaciones Como en las películas, todo tiene su principio y su final. Desde que a los 15 años comenzara a disputar sus primeros partidos de baloncesto, la vida de Miguel Angel Ruiz siempre ha estado ligada a este deporte. Ahora, a los 62 años de edad, el pívot se siente con fuerzas y asegura que seguirá practicándolo aunque sea jugando un partido con sus amigos. Pese a ello, y aunque no lo confirme, el seguir compitiendo a nivel que lo hace durante muchos años más lo ve bastante complicado: “Lógicamente a todos nos van saliendo goteras. Las últimas dos temporadas he estado diciendo que lo iba a dejar pero al final nada, así que mejor no digo nada”.
Actualmente, el Trapaga Saskibaloia ocupa la última posición en la tabla del grupo de ascenso de la segunda regional con dos victorias en los doce partidos disputados hasta la fecha. Sin embargo, el entrenador Sergio Castellanos no tiene nada que reprochar a sus jugadores y se siente “orgulloso” de la temporada que están realizando; puesto que los partidos que han perdido han sido por una diferencia muy pequeña y han luchado cada partido como si fuera el último. “En el grupo de ascenso no nos ha ido bien a la hora de ganar partidos, pero hemos luchado hasta el final”, afirma el míster del Trapaga.
Los momentos vividos en grupo quedarán grabados en la retina de los jugadores del Trapaga Saskibaloia. Nadie conoce lo que el futuro deparará a este club, pero lo que sí es seguro es que la filosofía de vivir el día a día lo tienen muy bien aprendido. La edad no es más que un número, y en este equipo se tiene muy claro que los años no eximen a la gente de la práctica del deporte.