Cuando los recursos multiplican su valor
el bilbao basket saca adelante el duelo en manresa gracias al buen rendimiento de jugadores hasta ahora secundarios
DICEN que las virtudes de los buenos equipos se miden cuando son capaces de ganar incluso cuando no dan su mejor nivel. El Bilbao Basket sumó ayer su segundo triunfo como visitante, tan apretado como el anterior en Andorra, lo que significa que las hadas del baloncesto están, por ahora, de su parte. Los de Sito Alonso hicieron coincidir sus peores minutos de la temporada con el primer cuarto, lo que les obligó a remar contra corriente durante muchos minutos. Y cuando remontaron y se colocaron nueve puntos por delante al inicio del último cuarto, tras sacarle a La Bruixa d’Or 23 puntos de ventaja en poco más de 20 minutos, los hombres de negro estuvieron a punto de echar por tierra ese trabajo con otra ración de minutos en los que pasaron de tener el partido casi ganado a tenerlo casi perdido.
La montaña rusa se detuvo con el fallo de Zeljko Sakic en su lanzamiento sobre la bocina y la cara asomando de nuevo en la moneda del Bilbao Basket que sigue caminando en el mejor inicio de temporada de su historia. Y tiene mérito porque el técnico sigue sin poder contar con todos sus jugadores al máximo de sus condiciones. Cuando unos vuelven, otros caen, y así a la baja de Bertans se unieron los problemas físicos de Hervelle y Wragge que obligaron a Sito Alonso a activar de nuevo la baza de Germán Gabriel para ocupar la posición de cuatro y recibir muchos balones calientes.
Y entre las virtudes de los entrenadores debería estar exprimir sus plantillas en busca de los recursos necesarios para ganar. Eso y no otra cosa está haciendo Sito Alonso. Ya no es contar con un jugador como el pívot caraqueño con el que no contaba y que sigue en una posición inestable en la plantilla, sino que ayer se atrevió a colocar de titular a Tobias Borg y a ampliar la cuota de minutos de Dejan Todorovic. Lo del sueco no salió muy bien, pero sí lo del serbio, que no obstante alternó acciones de mérito con otras propias de quien tiene 20 años. Pero no solo eso. El técnico del Bilbao Basket no dudó en ampliar los minutos de Mumbrú en la posición de ala-pívot o jugar bastantes minutos con los dos bases juntos al mismo tiempo, una disposición que no era extraña en el Gipuzkoa Basket con Neto y Salgado.
un genio estelar La aparición de Raúl López, con algunas gotas de su genialidad, sirvió para compensar el peor partido hasta ahora de Quino Colom, que durante muchos minutos se ofuscó ante la agresiva defensa de los manresanos y forzó algunas situaciones sin ningún éxito. Por otro lado, Danilo Andjusic también dio el paso adelante que se esperaba para tomar el protagonismo ofensivo que hasta ahora le había correspondido a Dairis Bertans y realizó quince tiros a canasta. Y también Latavious Williams ofreció buenos minutos en intensidad y trabajo sucio para tapar la flojera de Marko Todorovic, que anotó la canasta que al final fue ganadora, pero había dejado un par de muestras antes de esa falta de contundencia que a veces le recrimina su entrenador. Porque resulta llamativo que el cinco titular acabe el partido con ningún rebote en defensa.
Ni siquiera hubo que sobreexponer a Álex Mumbrú, que cometió dos faltas muy pronto. Su presencia en cancha no pasó esta vez de 25 minutos en los que acabó como el máximo reboteador del equipo. Y algunas jugadas en las que se retó con Grimau recordaron tiempos pasados. El capitán se jugó el triple que podía ser ganador, pero falló, y hubo que esperar a que la fortuna sonriera en los diez segundos finales para sumar la quinta victoria.
De todas formas, la trayectoria del Bilbao Basket no es casualidad. Sito Alonso ha conseguido que todos los jugadores estén enchufados y preparados para saltar a la cancha cuando se les reclama. Y, así, los recursos que al principio parecían menores que los de temporadas anteriores acaban multiplicando su valor y su rendimiento. Con unos y con otros, el equipo bilbaino está funcionando y sumando victorias pese a la certeza de que su mejor momento aún no ha llegado. Tres triunfos claros en casa, dos victorias de visita por un punto y una derrota en Gasteiz en la que también hubo opciones de ganar: este es el balance hasta ahora del Bilbao Basket que, al menos en la cancha, ha dejado las penurias a un lado.