bilbao - Después de cinco partidos, el Bilbao Basket empieza a mostrar algunas señas de identidad reconocibles, todo lo contrario que su rival de ayer, que dio lástima a su paso por Miribilla. Varios de los hombres de negro están mejorando sus prestaciones, como es el caso de Raúl López, Tobias Borg y Latavious Williams, y otros no han ofrecido lo que se esperaba de ello. Dejan Todorovic solo jugó ayer los últimos tres minutos y su momento aún no ha llegado y Ethan Wragge anotó sus dos primeros lanzamientos y también aportó cuatro rebotes. El jugador al que toda la afición espera ver explotar es Danilo Andjusic, una de las sensaciones de la pretemporada, que se ha encontrado delante con un muro que no le está dejando mostrar sus virtudes.

Empeñado en querer ser algo más que un tirador, está olvidando su faceta principal. Por más que el técnico niegue que sea un problema de confianza, el ex del Partizán tuvo ayer varios tiros cómodos a los que renunció para buscar el aro desde el bote y eso no es buen síntoma en un jugador de su estirpe, salvo que sea algo ordenado desde el banquillo para que el jugador añada más herramientas a su juego. Es la única incógnita a resolver en el entramado colectivo del Bilbao Basket, aunque quizás para compensar Dairis Bertans está tomando un protagonismo inhabitual en el tiro exterior con lo que el juego del letón está siendo dinamita pura.

La concepción coral del baloncesto que tiene Sito Alonso le hará ser paciente con quienes aún están entrando porque el equipo demuestra que tiene bazas de sobra para componer una baraja atractiva. Álex Mumbrú ejerció de jefe para devolver las cosas a su sitio cuando el Baloncesto Sevilla se acercó en el segundo cuarto y Raúl López dejó perlas de su inmenso talento en el tercer cuarto. Ambos vieron todo el tramo final desde el banquillo y dejaron el protagonismo a sus más jóvenes compañeros. Diez jugadores anotaron más de seis puntos ayer, lo que significa que el balón corre de mano a mano y hay opciones para todos.

Cuatro victorias acumula ya el equipo bilbaino, más que nunca en la quinta jornada. La reacción a la derrota ante el Laboral Kutxa ha sido impecable, aunque en honor a la verdad el Bilbao Basket no va a encontrarse muchos rivales como el Baloncesto Sevilla. El listón estará más alto en las próximas jornadas, pero también los hombres de negro están consiguiendo aumentar las posibilidades de superarlo.