BILBAO. La Liga ACB cerró ayer el plazo para que los jugadores pudieran cambiar de equipo dentro de la misma competición y no se produjo ningún movimiento. Por tanto, los temores de las últimas semanas se disiparon y todos los hombres de negro se mantienen en la plantilla del Bilbao Basket hasta el final de la temporada, aunque aún tendrán que seguir escuchando cantos de sirena procedentes de otros clubes de fuera de la Liga ACB. Las noticias en el ámbito económico, que hablan de un cierto alivio en la situación de todos los integrantes profesionales del club, han tenido que ver en esa confianza que los jugadores quieren mantener, aunque las medidas que ya se han visualizado en ningún caso suponen el remedio total para algo mucho más complejo que se está discutiendo y analizando con detenimiento y discreción en busca de una solución definitiva.
Ayer mismo, Andoni Aldekoa, director delegado del gabinete del alcalde de Bilbao, corroboró la información adelantada por DEIA, confirmó que el Ayuntamiento "ha adelantado el pago del 75% de la cantidad económica anual" que destina a la entidad de Miribilla y subrayó en varias ocasiones que lo ha hecho con la condición de que el Bilbao Basket "pueda hacer frente al abono de los salarios de jugadores y cuerpo técnico", informa Garazi Barriuso.
Aldekoa recalcó que la prioridad del Ayuntamiento bilbaino es "estabilizar el club y garantizar la continuidad, sobre todo de los jugadores, durante los próximos meses". Se trata de "una medida de urgencia pactada con el club" y que puede ayudar a "generar viabilidad para que siga habiendo baloncesto en Bilbao". "Hemos adelantado ahora el pago del 75% del convenio y el resto lo ingresaremos como hacemos siempre con el comienzo de la nueva Liga, en el último cuatrimestre". Además, el director delegado de alcaldía señaló que el club se beneficia de una doble colaboración municipal: "La aportación del mantenimiento del Bilbao Arena y la aportación económica que mantenemos desde que el Bilbao Basket subió a la ACB".
Casi al mismo tiempo el club presentó en Miribilla junto con la empresa guipuzcoana Alzola la campaña lanzada en las redes sociales #planBBwater. Durante las próximas cuatro a seis semanas, se desarrollará un plan "social, participativo y puntual", según Pedja Savovic, que pondrá a la venta botellines de agua al precio de un euro. Una parte de ese dinero, aproximadamente un 70% tras descontar los gastos de producción, irá a parar a las arcas del club. Los aficionados podrán ayudar adquiriendo desde la página web el agua a través del llamado pack Impulso, de 12 botellas a un precio total de 12 euros, o del pack Salud y Compromiso, compuesto por tres cajas de 24 botellas a un precio de 36 euros. Las compras de podrán efectuar a través de la web del club y en "unos treinta puntos de venta" físicos que se ubicarán en distintos centros comerciales de Bizkaia y también en la tienda oficial del Bilbao Basket, en la calle Henao.
partido clave Con la calma instalada de nuevo en el vestuario, el Bilbao Basket quiere ahora reconducir su trayectoria deportiva, que le obliga a un gran rendimiento en la segunda vuelta. El primer choque decisivo será mañana en Zaragoza al que los bilbainos llegan con dos derrotas seguidas como visitantes que han sucedido a tres triunfos en fila como locales. "Ni ahora somos tan malos ni ahora tan buenos", precisó ayer Rafa Pueyo. El técnico de Txurdinaga reconoció que "cuando pierdes está claro que la moral se resiente, pero hay que medir las cosas con un punto de tranquilidad".
Evidentemente, el Bilbao Basket "debe afrontar mejor los partidos fuera de Bilbao", según Pueyo, que aseguró que "trabajamos con la ilusión de dar otra sensación ante el CAI". Pese al cansancio acumulado por el larguísimo viaje a Nizhny Novgorod, comentó que su equipo llegará "bien de fuerzas para afrontar un partido que es clave para nosotros porque tenemos la obligación de ganar".
El entrenador del Bilbao Basket apuntó que uno de los problemas de su equipo es que "estamos jugando a rachas y tenemos momentos buenos y otros bastante malos". "La única solución es entrenar mejor y tratar de afrontar el partido con una mentalidad más competitiva", enfatizó. Rafa Pueyo añadió que, pese a que también perdió en su último compromiso europeo, espera encontrarse a un CAI Zaragoza "a un gran nivel".
Los maños ya ganaron en el primer partido de la Liga en Miribilla, "pero entonces a nosotros nos faltaban Bertans y Vrkic". José Luis Abós, por su parte, cuenta con Alex Urtasun y, quizás, Henk Norel, que no estaban entonces en el CAI Zaragoza. De cualquier modo, Pueyo aseguró que su equipo deberá mejorar "a nivel defensivo para no recibir tantos puntos como entonces, que nos metieron casi 90".