bilbao. Con el equipo habiendo cosechado tres victorias seguidas en Miribilla, sin desengancharse de los puestos nobles en la Liga Endesa y liderando su grupo del Last 32 en la Eurocup, y habiéndose desbloqueado el pasado martes las negociaciones entre el grupo que aspira a tomar el mando en la gestión del club y el actual máximo accionista, Gorka Arrinda, el Bilbao Basket y su entorno viven ahora tiempos menos angustiosos, más desahogados si se comparan con las semanas precedentes, que fueron agónicas. La nueva realidad, que debe desembocar en los próximos días en un acuerdo en firme entre dos partes obligadas a entenderse por el bien común, pudo comprobarse el miércoles en Bilbao Arena. Gestos más serenos entre los aficionados y rostros más sonrientes y optimistas entre jugadores y técnicos tras el triunfo ante el Nizhny.
La tranquilidad no será completa hasta que el trasvase de poderes sea un hecho y todo esté atado y bien firmado, por lo que estos días el trabajo en la sombra y las labores de despacho están siendo constantes. El tiempo apremia y queda mucho por hacer. Se trabaja en la revisión de las cuentas del club para que el nuevo grupo que aspira a llevar la gestión tenga un conocimiento real de la situación de la tesorería. Las reuniones se suceden en diferentes vertientes y la prioridad, absoluta y reconocida por todos, es que los jugadores y el cuerpo técnico reciban con la mayor premura posible parte del dinero que se les adeuda. También se tiene, sin embargo, un ojo puesto en el medio-largo plazo, en dotar al club de una estructura más sólida y plural y en generar sostenibilidad a base de patrocinadores con los que ya ha habido contactos. "Discreción y rigurosidad", se exige desde el centro neurálgico de las negociaciones. Hay demasiado en juego y poco tiempo que perder. >K. T.