Unidos hacia el futuro

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Los jugadores y la afición se han convertido en garantes del presente del Bilbao Basket. La plantilla ha sido citada en varias ocasiones por el máximo accionista para alabar su compromiso con el club y la ciudad, pero también los hombres de negro han sido colocados en el centro del debate al recibir la promesa de que nadie pondrá impedimento a una posible salida del club. Esto provoca que día sí y día también se pregunte al entrenador o a los propios jugadores por un futuro que no tienen en sus manos. Lo suyo es solo meter canastas y tratar de mantener la inercia ganadora que lleva el equipo desde hace un par de meses.

La afición, por su parte, ha decidido, al fin, tomar su papel en este teatro en que se ha convertido la actualidad del Bilbao Basket. El 'efecto Miribilla' se está expresando con libertad y formas exquisitas y ayer unas 200 personas secundaron una concentración ante la entrada del Bilbao Arena en la que lucieron una pancarta con los lemas "Soluciones ya" y "SOS Bilbao Basket" y un ataúd con los colores y el escudo del club, que representaba lo que muchos se están temiendo.

35 minutos antes del inicio del partido, la gente que iba llegando al pabellón se incorporó a un grupo que coreó algunos mensajes que dejaban bien claro el deseo de la afición del Bilbao Basket: "Menos rumores, más soluciones", "Esta hinchada no se rinde", "Bertans, quédate" y "Nuestros jugadores son los mejores" fueron, junto al clásico "Bilbao Basket, Bilbao Basket", algunas de las consignas que coreó una afición que sigue a la espera de buenas noticias.

Una vez dentro, se repitió brevemente el "Arrinda, vende ya", pero pronto los seguidores centraron su atención en un partido entretenido que merecía la pena y dedicaron todos sus esfuerzos en apoyar a los suyos. Cuando el Iberostar Tenerife se colocó con 6-10 tras un triple del navarro Ritxi Uriz, la marea negra entendió que ayer no valía distraerse en cosas que se escapan a su control y que había que estar a lo que se celebraba en la cancha porque el rival no era la perita en dulce que fue el martes el Panionios. Con esa energía extra y la explosión del cohete Bertans en el primer cuarto, el Bilbao Basket tomó una ventaja de ocho puntos en un suspiro y pudo ir estirando la goma en los momentos en que el admirable conjunto canario, que nunca se soltó del partido, amenazó con recuperar la delantera en el marcador.

Con muchos puntos en un lado y otro, el Bilbao Basket tuvo el mérito de alcanzar los 93 pese a que sus dos principales referencias ofensivas, Álex Mumbrú y Germán Gabriel, tuvieron un día de lo más negado en el tiro. Los dos internacionales se fajaron con la defensa tinerfeña, pero ni en el poste bajo ni desde lejos sus porcentajes fueron buenos. Sin embargo, el equipo no dejó de buscarles, confiado en que algo sacarían de un tráfico a veces muy espeso por la condescendencia arbitral.

premio para raúl lópez Ocurrió también que ni Bertans ni Pilepic, muy acertados hasta el descenso, sumaron un solo punto en la segunda mitad. Fueron, entonces, los quince puntos de Raúl López en la segunda mitad, siete de ellos en el último medio minuto, un balón de oxígeno para el equipo bilbaino. El base de Vic celebró sus 350 partidos en la Liga ACB como merecía: siendo determinante. Su acierto en los tiros libres -solo ha fallado uno en toda la temporada- hicieron justicia con un jugador siempre humilde que necesitaba un partido como el de ayer para reencontrarse con el acierto en sus lanzamientos.

Raúl López volvió a levantar murmullos de admiración del público, que le despidió con una ovación cuando abandonó la cancha en solitario. En estos momentos de zozobra, la templanza que siempre transmite quien debe llevar la batuta es una garantía para un equipo que volverá a citarse mañana en el Bilbao Arena para preparar el duelo ante el Nizhny Novgorod. Los partidos se han convertido en la mejor medicina para unos jugadores y una afición que han decidido ir de la mano en busca del futuro. Si este no aparece por ningún lado, no será por su culpa.