ZORNOTZA 59-66 CASTELLÓ
ZORNOTZA: Bandoumel (17), Mendia (10), Iglesias (2), Salazar (5), Carreto (12) -cinco inicial- Torres (2), Morán (0) y Rowley (11).
AMICS CASTELLÓ: Fernández (2), Faner (15), Rodríguez (9), Atoyebi (7), Nasarre (0) -cinco inicial- Chaparra (0), Andrés (0), Sales (11), Ausina (9) y García (13).
Parciales: 10-17, 25-35 (descanso), 40-47 y 59-66.
Árbitros: Rupérez y Pinela. Eliminaron a Mendia.
Bilbao. Cuando a un equipo le abandona la salud, se hace difícil competir por más voluntad que se le ponga. Si, además, aparecen otros imponderables, la victoria se antoja imposible. Eso le ocurrió ayer al Zornotza que sumó su cuarta derrota consecutiva en un partido al que acudió sin sus dos bases, Quero y Casado, y sin el escolta que podría ejercer de base, Lorenzo. Además, Iglesias cayó durante el choque víctima de su maltrecha espalda y Mikel Garitaonaindia se vio obligado a improvisar de nuevo sobre el precario plan inicial.
Con Salazar de director de juego, con evidente incomodidad ante la presión defensiva de los visitantes, el Zornotza no empezó, pero pronto apareció la rigurosidad arbitral para complicar las cosas. Los verdes se equivocaron al centrar su atención en la pareja del silbato y se complicaron aún más las cosas. Para el descanso, el Zornotza se había llevado cuatro técnicas por protestar y acumulaba una desventaja de diez puntos. El Amics Castelló, por cierto patrocinado por el Villarreal Club de Fútbol, había acumulado de regalo muchos puntos que su juego no merecía ya que llevaba un 25% de acierto en sus tiros, pero 14 tiros libres anotados.
El Zornotza regresó de vestuarios centrado en la tarea y el partido tomó un cariz más favorable a sus intereses. Las pérdidas de balón lastraron a los de Larrea e impidieron que el dominio reboteador -20 capturó Kyle Rowley- se reflejara en el marcador. Los levantinos estuvieron más de seis minutos sin anotar un punto, pero los locales no encontraban a Carreto como otras veces y todo lo que consiguieron fue colocarse a dos puntos (40-42) tras un triple del alero durangarra.
El Castelló se rehizo de la misma manera y los aciertos de Faner y García devolvieron la iniciativa a un equipo que hasta ayer no había ganado fuera de casa. El Zornotza no dejó de intentarlo y a cinco minutos del final estaba a cuatro puntos (51-55), pero ya iba demasiado exigido física y mentalmente tras luchar contra las adversidades y no pudo frenar los últimos y decisivos ataques de su preciso rival.
El descanso de la próxima semana llega que ni pintado porque le servirá al Zornotza para detener la racha de derrotas y recuperar a los lesionados. Porque sin salud cualquier objetivo se complica.