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Paco Vázquez: "El 'efecto Miribilla' es un valor añadido que en Bilbao deben explotar"

Paco Vázquez no ha tenido que esperar mucho para pasar a los banquillos. El pasado verano anunció su retirada para entrar a formar parte del organigrama del Unicaja. Su último equipo en la ACB fue el Bilbao Basket con el que vivió el subcampeonato liguero y alumbró el 'efecto Miribilla'

Paco Vázquez: "El 'efecto Miribilla' es un valor añadido que en Bilbao deben explotar"Pablo Viñas

bilbao. ¿Cuándo le picó el gusanillo de los banquillos?

Desde siempre me ha gustado el tema técnico y táctico del baloncesto. Era muy inquieto en ese sentido cuando era jugador y siempre estaba cerca de los técnicos. He tenido muy buenos entrenadores y de todos he aprendido cosas que me han gustado y cosas que no. Tenía ilusión por entrar en un organigrama y poder transmitir todo lo que he conocido de un juego del que he sido parte muchos años. El año pasado quise jugar porque me encontraba bien físicamente y con ilusión, empecé a entrenar con el Clínicas Rincón y esa inquietud se mantuvo. Este pasado verano, viendo que el baloncesto cada vez está peor, no tenía ganas de jugar en cualquier lado, sino en un sitio y con un entrenador que conociese, que tuviera una motivación extra porque a nivel económico no hay muchos sitios que merezcan la pena. Ya no tengo 20 años y solo quería jugar por divertirme. Surgió esta oportunidad de entrar en el Unicaja y no me lo tuve que pensar mucho.

Aunque diga que siendo jugador ya estaba cerca de los entrenadores, ahora la posición ha cambiado y tiene que pensar por más gente.

Sí, pero los 20 años que he sido profesional me ayudan a estar muy cercano a los jugadores, a saber lo que piensan. Los juniors están ya muy cerca de ser profesionales y tienen que saber lo que eso conlleva. Sé lo que pueden pensar e intento ayudarles no solo en cuestiones tácticas o técnicas, sino en transmitirles hábitos.

¿Qué tipo de trabajo realiza en el equipo junior del Unicaja?

Al margen de ayudar al entrenador, llevo toda la tecnificación de los jugadores exteriores con más proyección y me encargo de alguna parte del entrenamiento cuando estamos todos juntos. Estoy contento porque Leandro Ruiz y yo tenemos una parecida visión del baloncesto porque cuando jugábamos éramos gente muy disciplinada y trabajadora. Eso es importante transmitirlo a los jóvenes: que el baloncesto no es solo coger la pelota y meterla, sino que requiere esfuerzo, sacrificio, disciplina, compañerismo...

¿Piensa que el baloncesto de jóvenes es su hábitat natural?

Preferiría estar en una categoría más profesional porque era algo que ya hacía cuando jugaba. El hablar con los jóvenes o con los nuevos, como Aaron Jackson cuando llegó a Bilbao. Siempre trataba de hacer un poco de mediador de los problemas que pudiera haber en un vestuario, de hacer entender a jugadores que pueden ser más viscerales que todo no es blanco o negro, sino que hay que intentar adaptar lo que el entrenador pide a lo que tú quieres. Estoy muy a gusto en este equipo porque hay jóvenes con mucha proyección, pero me veo más entrenando a un equipo senior porque es lo que he mamado. Creo que entiendo mejor a jugadores más formados, que estén a punto de dar el salto, porque es lo que he conocido en varios clubes.

No sé si ve reflejado en los jóvenes que entrena al Paco Vázquez de hace 20 años.

La sociedad ha cambiado y la juventud ha cambiado. La gente joven de ahora piensa que saben mucho más de lo que realmente saben. Pero supongo que también lo pensábamos nosotros, es algo que va con ser joven. Pero si los comparo conmigo, modestia aparte, poca gente puede haber tan aplicada como era yo. Me lo inculcaron de pequeño como la única manera de conseguir mi sueño. Aquí en Málaga los jóvenes tienen muchas más facilidades, unas instalaciones fantásticas y eso hace que los jugadores tiendan a relajarles. Hay que estar encima de ellos para recordarles que no es tan fácil jugar en la ACB o en la Adecco Oro. Aquí lo tienen todo a mano, pero hay que hacerles ver que hay que luchar.

El Unicaja tiene una estructura de cantera amplia. ¿El objetivo es volver a los tiempos de Cabezas, Berni o Gabriel?

Bueno, hay que tener en cuenta que esa generación del 80 fue extraordinaria en toda España. Además, las condiciones eran diferentes: el primer equipo no jugaba la Euroliga, estaba creciendo, con menos presupuesto que ahora y también con menos presión. Y había un entrenador como Maljkovic, que apostó por esos jugadores, pero solo Cabezas y Berni lograron asentarse en el primer equipo. Ahora, hay mucha más exigencia, más extranjeros y es más complicado llegar. Hay que trabajar para que la gente de abajo llegue y es posible que en un par de años pueda haber un par o tres de jugadores de la cantera en el primer equipo.

En todo caso, el club busca la estabilidad tras algunos años difíciles.

Está claro. En primer lugar, se ha apostado por un entrenador nacional y ya era hora porque los entrenadores españoles están preparados, solo hay que darles tiempo para hacer su trabajo. La llegada de Joan Plaza busca eso, hacer un bloque y una estructura estable sobre la que ir cambiando piezas. Pero este trabajo no se ve de un mes para otro.

Esa paciencia es la que habría que pedir en Bilbao.

Por supuesto. El equipo de este año es totalmente distinto a nivel económico. Han hecho una apuesta por gente de fuera que debe conocer la Liga. Y Rafa Pueyo ha demostrado que tiene muchos conocimientos, por lo menos es lo que yo comprobé los cuatro años que estuve allí. Esos conocimientos y los veteranos que se ha quedado deben ser una garantía.

La clave es el 'efecto Miribilla', que no se pierda.

Seguramente, pero como estaba el pabellón en aquel play-off será difícil que se repita porque el público no va a un partido de Liga regular con esa hambre. Pero es en casa donde un equipo tiene que hacerse fuerte. El público de Bilbao cuando aprieta, aprieta mucho. Aún recuerdo cuando acababa un tiempo muerto, en los cambios de cuartos... El 'efecto Miribilla' es un valor añadido que quizás solo se vaya a dar en partidos muy especiales, pero que tienen que explotar el mayor número de veces.