Una carrera de obstáculos
El Bizkaia BB asume la derrota en el Palau ante el Barcelona como uno de los peajes a pagar por un encadenamiento de partidos que se repetirá más adelante
bilbao. La derrota en Barcelona ha rebajado el estado de euforia que vivían el Bizkaia Bilbao Basket y su entorno y ha venido a recordar la exigencia mental y física de esta temporada. La derrota se ha asumido sin estridencias y, de hecho, Fotis Katsikaris declaró tras caer ante el campeón que "esto va a volver a pasar y habrá que hacer un esfuerzo más". No lo decía el técnico porque los hombres de negro vayan a perder cada fin de semana por 20 puntos, sino por lo que supone encadenar partidos sin descanso ni una preparación adecuada.
No hay más que echar un vistazo al calendario hasta fin de año para hallar muchos partidos con trampa. Esta semana el Bizkaia BB jugará el jueves en Nancy y el domingo ante el Murcia en el Bilbao Arena, donde está más protegido. Pero, de nuevo, en la primera semana de noviembre le tocará jugar el jueves (día 3) en Italia y el sábado (día 5), menos de 48 horas después, en Manresa. Peligro. En la primera semana de diciembre, si no hay cambio de horarios, los bilbainos jugarán en casa el jueves (día 1) ante el Nancy y el sábado (día 3) en Fuenlabrada, otra cancha de cuidado. Y antes del parón navideño de la Liga Endesa, lo harán el miércoles (día 14) a la noche en Estambul y el domingo (día 17) por la mañana en Zaragoza.
La acumulación de esfuerzos tiene que acusarse algún día, como ocurrió el domingo en el Palau, donde las probabilidades de perder, por descontado, siempre son altas. Es en los otros partidos, ante rivales de menor tonelaje que el Barcelona, cuando el Bizkaia BB tendrá que demostrar que es consciente de lo que le espera. Podría decirse que los de Katsikaris ya deberían estar acostumbrados por sus dos experiencias anteriores en la Eurocup. Y no es lo mismo. En sus dos anteriores recorridos por el continente, el Bizkaia BB afrontaba los choques del martes con poco descanso, pero ante rivales, generalmente, de menor rango que demandaban menos intensidad. Esta temporada, los choques de la Euroliga desgastarán mucho más unas fuerzas que se pueden echar de menos los fines de semana.
Jugar en casa, como ocurrió ante el Real Madrid y el Joventut, le hace todo más llevadero, aunque ya se ve que eso no siempre es posible. Las dificultades llegan cuando se enlazan viajes porque quitan horas de descanso y de entrenamiento y también de tratamiento y recuperación de posibles lesiones. Justo lo que le está ocurriendo en estas semanas al conjunto bilbaino. Axel Hervelle apenas tiene tiempo para trabajar junto a sus compañeros en busca del ritmo necesario y lo mismo ocurrirá con Dimitris Mavroeidis en cuanto reciba el alta médica.
Por tanto, no sorprende que Katsikaris esté recurriendo más de lo esperado a Oliver Stevic y Tomas Hampl -32 minutos entre los dos en el Palau-. Es evidente que la rotación se resiente, más ante un enemigo como el Barcelona, pero también que ello ayuda a que Banic y Fischer carguen con los minutos justos. No vaya a ser que cuando el belga y el griego regresen, ellos estén pasados de rosca y los problemas en el juego interior se prolonguen más de lo necesario. Quizás cuando los cuatro pívots con los que cuenta el entrenador estén a pleno rendimiento puedan rebajarse los 81,5 puntos de media que está recibiendo el Bizkaia BB en la Liga. Mientras tanto, toca apretar los dientes y ser inteligentes.