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Ánimos desde la distancia

El Bilbao Arena reúne a 3.000 entusiastas que aún confían en el Bizkaia BB

Ánimos desde la distancia

SON las 20.40 horas, el speaker culé presenta al Bizkaia Bilbao Basket en el Palau Blaugrana. En ese mismo instante, a 600 kilómetros de distancia, en el Bilbao Arena, una marea negra llena de ilusión aclama a los suyos e intenta darles fuerzas en este envite histórico de la final de la ACB.

La conexión entre ambos escenarios es la pantalla gigante del pabellón bilbaino, instalada gracias a una iniciativa de Radio Bilbao, que contó con la colaboración de Javi Salgado en los comentarios. El plasma que en otras ocasiones muestra las presentaciones de los hombres de negro esta vez sirve para seguir en directo el primer partido de la histórica final que el Bizkaia Bilbao Basket está a punto de disputar. Se puede ver a hombres, mujeres, niños, familias, personas de todas las edades, ataviados con bufandas y camisetas de su equipo, que esperan ansiosos el comienzo del encuentro.

Esa circunstancia se da a las 20.45 horas, cuando Hierrezuelo lanza el balón al aire y Perovic y Mavroeidis luchan por el salto inicial. Gana Perovic. Las miradas de los aficionados congregados en el Bilbao Arena no se despegarían desde entonces de la pantalla. El primer triple de Lorbek es el preludio del gran partido del interior esloveno. La primera canasta de los Men in Black la mete Hervelle y se celebra por todo lo alto por un público que cree a pies juntillas en que el sueño bilbaino es posible.

Pronto la realidad se cierne sobre la afición congregada en el pabellón, que se desespera por los errores de su equipo. "Qué nerviosos han salido", comenta un joven en la grada. En un visto y no visto, la ventaja culé se dispara hasta los quince puntos. La afición mira con una mezcla de resignación y esperanza el partido. El Bilbao Basket reacciona y, con un triple de Vasileiadis, se coloca a siete puntos, 28-21. El pabellón es un clamor y la afición cree más que nunca que los suyos pueden vencer. Pero allí está Navarro para, canasta a canasta, ir aplacando los ánimos bilbainos. Con la llegada del descanso, la gente despidió a su equipo con aplausos esperando que la situación cambiase .

En el periodo del bocadillo hay quien veía la empresa difícil. Era el caso de Igor Urrestarazu que se había desplazado desde Galdakao para ver el partido. "Están nerviosos, cometiendo muchos errores. La cosa está mal porque además al Barça se le ve con un plus de calidad que a nosotros nos está faltando", afirma. El optimismo lo ponía Juan José Ledesma, quien acudió al pabellón con su hija Oihane. "Vamos a ganar, estamos remontando y eso es una señal", indicó. "Tienen que estar más tranquilos, les está pesando demasiado la responsabilidad", añadió.

Todo ese optimismo lo fulminó Lorbek en el tercer cuarto con su gran actuación y el atasco ofensivo de los hombres de negro. La ventaja culé crecía y crecía, llegaba hasta los 25 puntos y los rostros de ilusión se tornaban en resignación. Pero los allí congregados no dejaron de arropar a su equipo. Como recompensa, la reacción del Bizkaia Bilbao Basket para meter un parcial de 10-24 en el último cuarto y así mantener intacta la moral de la marea negra.

Tras el partido, el ánimo no decae. "El sábado ganamos seguro y en Miribilla, entre todos, podremos con el Barça", asegura Oihane. Mucho más cauto fue Txus Ibáñez, quien asegura que si el Bizkaia BB mete "más intensidad en defensa, tendrá sus opciones de ganar la eliminatoria". Los aficionados no pudieron ver una victoria, pero su esperanza y su fe por culminar el sueño sigue muy viva.