La Asamblea General Ordinaria del Athletic se prolongó hasta alrededor de las ocho horas, desde que diera comienzo en el Palacio Euskalduna de Bilbao a las 19.15 en segunda convocatoria, con entonces 502 socios compromisarios que permitieron el avance de la cita al representar a más del 20% de los requeridos. “Se está yendo mucha gente”, se pudo escuchar a un miembro de la Junta Directiva a través del micrófono abierto a eso de las 23.45, cuando aún quedaban varios puntos del orden del día por votar. Algunos de esos puntos eran los que más controversia podían generar, como se pudo ver a la postre, una vez finalizada la citación con las urnas. Aunque por otro lado, y tal y como se hizo ver desde el prisma de los compromisarios como por la parte concerniente a la dirección del club, la abstención fue una de las cuestiones que marcaron la Asamblea, deslucida en este aspecto, citándose finalmente 812 compromisarios de los 1.115 totales.

Quizás dada las ausencias por la fecha de la convocatoria –el presidente, Jon Uriarte, agradeció la presencia en vísperas de una jornada festiva– y desde luego seguro por lo extensa de la Asamblea –la abstención fue creciendo a medida que avanzaban las horas y las votaciones–, el caso es que la Junta Directiva sacó adelante cada uno de los ocho puntos del orden del día sometidos a votación. Además de los asuntos concernientes a materias de economía y gestión, aprobados con holgura, mayor aprobación tuvo el cuarto punto, la Propuesta de equiparación de las cuotas sociales del bloque 111 al 118 y las del bloque 125 al 104 del estadio de San Mamés, con 301 votos a favor, 72 en contra y 25 votos en blanco, de los 812 asistentes, con 414 abstenciones.

El Proyecto de Reglamento de referéndums, consultas y procesos participativos elevó a 544 el número de abstenciones, y obtuvo una aprobación por la mayoría de 192 votos, mientras que 56 fueron las intenciones de nulidad y 20 las propuestas en blanco.

Punto conflictivo y aprobado con la menor diferencia

El punto más conflictivo de cara a sacarlo adelanto por parte de la Junta fue el sexto, el referente al Proyecto de Reglamentación de abonados y de acceso y permanencia a los recintos deportivos. Sobre este punto, la Iñigo Cabacas Herri Harmaila, que advirtió de que poseía un peso considerablemente representativo en la Asamblea, además de un estrecho vínculo con otras agrupaciones y que en su momento ya convocó una huelga de animación al inicio de la presente campaña, adelantó que haría una férrea defensa del ‘no’ al considerar que “roza la censura de la libertad de expresión” de los socios. Y es que desde el grupo de animación consideran que el reglamento disciplinario podría impedir la crítica con repercusión pública a las diferentes juntas directivas o hacer del estadio un espacio sometido a las voluntad de Javier Tebas, presidente de la Liga de Fútbol Profesional, o de la UEFA, sin voluntad de pensamiento o criterio propio.

El club, por su parte, persiguiendo esa idea que expresó el presidente del Athletic, Jon Uriarte, de que es “fundamental que intentemos ser excelentes en todo”, consideró esencial la elaboración de unos textos que dejen claras unas normas de comportamiento dentro del estadio para evitar expedientes sancionadores –a lo largo de la pasada campaña el club tuvo cinco y en la presente suma tres– y politizar el estadio, y que a su vez permitan trasladar una imagen de club ejemplar de puertas a fuera. 

Desde el club se manifestó que se trata de un trasvase de la normativa de la UEFA, que si no se cumplen, habrá sanciones para el club, que ya comunicó que esta temporada ha acumulado tres expedientes sancionadores por cánticos ofensivos, a diferencia de los cinco expedientes que por una u otras causas que sumó en toda el curso pasado. “Hay que valorar si anteponemos nuestros intereses a los del club”, expuso Jon Salinas, como secretario de la Asamblea, quien admitió que en cualquier caso de trata de algo residual, que el comportamiento es modélico en aspectos generales.

“Somos una masa heterogénea; lo que piensa uno igual no es lo que piensa el de al lado. El campo no puede ser una plataforma de constantes reivindicaciones; estaríamos desnaturalizando lo que es San Mamés”, ahondó Salinas, al ser cuestionado por actitudes del club que para un sector atañen a cuestiones políticas, como iluminar la bandera de Ucrania con los leds del estadio, denominar embajadora del 125 aniversario del club a una persona defensora de la bandera de Palestina o la supresión de las banderas españolas en los cromos de la LaLiga EA Sports.

En este sentido, Salinas aseguró que “este reglamento no incluye ninguna novedad” con respecto a lo que figura en los Estatutos del club. “Es un reglamento más protector con los socios y socias”, afirmó. El caso es que 132 de los compromisarios presentes votaron por el sí, mientras que 123 mostraron su rechazo a la propuesta del club, con un total de 11 votos en blanco de los 266 votos emitidos y las 546 abstenciones, cifra como se puede observar creciente a medida que avanzó el evento.

Posteriormente se valoró el punto siete, el Proyecto de Reglamento disciplinario. Con una abstención in crescendo hasta la cifra de 574, el club sacó adelante la votación con 137 síes, 93 noes y 8 votos en blanco. Por último, el Proyecto de Reglamento de contratación tuvo una mayoría aplastante de 145 votos favorables, 31 contrarios y 12 en blanco, con una abstención que se elevó hasta los 624 socios compromisarios de los 812 presentes en algún momento y los 1.115 citados para la ocasión. 

Cifras que demuestran que pese a la especial trascendencia de los primeros puntos, que tratan sobre la viabilidad de la entidad, el club debería plantearse el proceder de una cita que fue perdiendo participación a medida que avanzaba, lo cual no beneficia a las partes cuando de mejorar la situación de la institución se trata, quizás por lo tedioso de las cerca de ocho horas de comparecencia, por la fecha elegida, por el desapego con la situación –lo cual también resulta inquietante– o porque son cuestiones que solo preocupan a una minoría. De cualquier modo, la Junta Directiva que preside Jon Uriarte avanzó en su idea de modelar a este Athletic y dibujar su futuro. Un Athletic para el que, como dijo el máximo responsable, es “fundamental que intentemos ser excelentes en todo” pero que a su vez se atiene a una gran abstención en las cuestiones que aborda el club.