En la reciente “Valoración deportiva” realizada por Jon Uriarte y Mikel González, uno de los asuntos que acaparó más minutos e intervenciones fue el referido a la composición de la plantilla de Ernesto Valverde. Ambos, presidente y director general de fútbol, reiteraron que mejora la del curso anterior. Aseguraron que es más “completa” y “competitiva” porque ofrece una mayor variedad de alternativas en “puestos donde teníamos debilidad”.

González hizo un somero repaso individualizado de todos los componentes y añadió que la intención original del club era reforzar tres demarcaciones concretas. Buscaban un central, un medio y un punta. Para el puesto defensivo no ha llegado ningún jugador específico, aunque estima que a los tres que ya había (Yeray, Vivian y Paredes) se agregan Nolaskoain, Yuri e incluso Prados. Ninguno específico, pero recambios a mano en caso de necesidad. Ruiz de Galarreta es el centrocampista escogido y en ataque citó a Javier Martón, al que catalogó como una baza interesante “a medio plazo”.

El delantero de 24 años, ahora cedido en el Mirandés si bien González indicó que contaba con “múltiples opciones tanto en el mercado nacional como en el extranjero”, representa un caso difícil de desentrañar por carecer de contraste en categorías superiores. Pero Martón, que ni siquiera se ha quedado en el grupo, no sería la única novedad en el ataque. Aunque ya estuvo a las órdenes de Valverde el año anterior, Asier Villalibre debe ser considerado como una incorporación después de la experiencia que vivió en el Alavés en la segunda mitad del último calendario de competición.

El delantero vizcaino que este mes cumple 26 años y renovó contrato hasta 2025 se encuentra muy probablemente ante su gran reválida. Después de seis campañas con desigual presencia en el primer equipo corre el riesgo de convertirse definitivamente en una especie de eterno aspirante. Un candidato que, por diversas circunstancias, aún no ha podido gozar de cierta continuidad y demostrar su valía. Esto es, si realmente está capacitado para asumir la función de finalizador, el reto de culminar en el área el fútbol del colectivo.

Sin ir más lejos, en la pretemporada anterior hizo cinco goles y dio la sensación de que había llegado su hora, pero la expectativa quedó en agua de borrajas una vez iniciada la liga. Valverde apenas contó con él (acumuló tan solo 194 minutos y dos titularidades), fueron Iñaki Williams y Gorka Guruzeta, repescado de su cesión al Amorebieta, quienes intervinieron con mayor asiduidad. El desolador panorama empujó a Villalibre a buscar una salida y en el mercado invernal hizo las maletas.

Recaló en Mendizorrotza, destino que le permitió cobrar un protagonismo estelar. Pese a que estuvo entrando y saliendo en las alineaciones, acabó siendo decisivo en la conquista de una plaza de ascenso a Primera. El Alavés dijo que le interesaba seguir disponiendo de sus servicios de cara al curso vigente, pero tan posibilidad no tomó cuerpo.

De un lado, el propio Villalibre deseaba regresar al Athletic a defender su candidatura, y Valverde parecía estar de acuerdo. “La idea es que se quede con nosotros”, declaró preguntado al respecto. El otro día, González habló así sobre esta cuestión: “La cesión al Alavés le ha venido muy bien a él y también al Athletic. Ha venido un jugador física y mentalmente más preparado. El traspaso no entraba en nuestros planes ni en el suyo. Su ambición es ganarse un puesto”.

Quince minutos

También constató que “de momento, ha participado poquito”. Así es. En las cuatro jornadas celebradas, Villalibre únicamente ha asomado en una: estuvo sobre el terreno a partir del minuto 75 frente al Betis. Contra Real Madrid, Osasuna y Mallorca no pasó de calentar en la banda. El balance por tanto resulta bastante discreto. Quizá no proceda extraer conclusiones tan pronto, pero inevitablemente viene a la mente lo ocurrido doce meses atrás.

Valverde arrancó la liga con Iñaki Williams como punta de lanza y en los tres partidos siguientes el escogido ha sido Guruzeta, autor de sendos goles en las porterías de Osasuna y Betis. Ellos dos son pues las primeras apuestas del entrenador, mientras que Villalibre y Raúl García (con dos apariciones superado el minuto 80) aguardan turno. Por cierto, el veterano estaría asimismo reeditando el rol muy secundario que Valverde le concedió el año pasado y que no impidió que renovase su vínculo con el Athletic hasta el próximo mes de junio.

No queda pues más remedio que aguardar a lo que depare el futuro, las semanas posteriores al parón sobre todo, para saber qué uso hará Valverde de un Villalibre al que, por los motivos expuestos, le urge reivindicarse. De los comentarios vertidos por los responsables del club se deduciría que tendrá margen para exponer sus argumentos en la competición. Tiene pinta de que fácil no lo va a tener, pero por descontado que las pretensiones del ariete volverán a verse defraudadas si asoma tan esporádicamente como hasta la fecha.