Entre las previsiones que maneja el Athletic no figura extenderle una propuesta de ampliación de contrato a Ander Capa, cuya vinculación vence el 30 de junio de 2022. De no mediar imprevistos, la postura del club es clara después de que el defensa vizcaino expresará su disconformidad con la oferta que recibió meses atrás, al estimar insuficiente el incremento de su ficha sugerido por Rafa Alkorta. Capa aspiraba a percibir unas cantidades superiores a las que el Athletic estaba dispuesto a abonarle por su continuidad y en vista de que no encontró la receptividad que buscaba la negociación quedó interrumpida.Es posible que Capa espere que las conversaciones se retomen una vez iniciada la campaña 2021-22, pues durante el mandato de Aitor Elizegi se ha convertido en práctica común que los contactos se activen cuando los futbolistas han entrado en su último año de contrato. Sin embargo, a día de hoy el club da por cerrado el asunto, no tiene intención de proponer ninguna fórmula que dilate la estancia del lateral derecho en el Athletic. De modo que Capa terminaría su etapa como rojiblanco dentro de un año, recién ingresado en la treintena. Y bien pudiera ocurrir que su salida coincidiese con la de Óscar de Marcos, con quien compite por un puesto en las alineaciones. El veterano renovó para una temporada el pasado febrero.

Con esta decisión, el Athletic se aleja del rumbo que ha prevalecido hasta hace poco en su política de fichajes. Un exponente serían las diversas renovaciones abordadas por Alkorta con hombres en general consolidados y casi todos próximos a su fecha de caducidad en el equipo, sobre todo en el período que separó la celebración de las dos asambleas de compromisarios, la ordinaria de diciembre y la extraordinaria de febrero, tiempo en el que asimismo se asistió al relevo en el banquillo del primer equipo y llegó la única alegría de la campaña, el título de la Supercopa. Capa podría haber sido uno más en esa tanda, pero la ausencia de consenso en el capítulo económico propició que el Athletic se replantease la operación.

Después de realizar un buen puñado de contratos con un criterio discutible como mínimo, pues choca con factores básicos como es el estado de las arcas de Ibaigane, la exagerada dimensión de la plantilla o el propio rendimiento deportivo de los futbolistas, quizás por fin los responsables de este apartado han creído oportuno funcionar con una visión menos cortoplacista y más coherente. Tampoco cabe obviar a estas alturas que el caso de Ander Capa puede servir como referencia para el vestuario, como advertencia si se prefiere, de cara a negociaciones que están por llegar. No en vano se trata de alguien que hasta la fecha ha gozado de la confianza de los entrenadores y a quien en teoría le queda mecha para sumar varios años en el fútbol profesional. De repente se comprueba que en los despachos estos argumentos carecen del peso que podría pensarse porque lo que toca es apretarse el cinturón y calibrar con mayor cuidado cada movimiento.

alternativas

Desde su fichaje del Eibar, Capa ha cubierto tres cursos siendo titular, pero en este último su nivel ha descendido, aunque la valoración debería hacerse extensiva a muchos de los habituales tanto de Garitano como de Marcelino. De cara a la temporada venidera cuenta el entrenador asturiano, en principio, con cuatro alternativas en la demarcación, el propio Capa, De Marcos e Iñigo Lekue, y está por ver qué pasa con Álex Petxarroman, que llega a Lezama libre del filial de la Real Sociedad para integrarse en la pretemporada.

El recorrido de De Marcos en el equipo es previsible, acumulará un número apreciable de actuaciones y luego colgará las botas. Menos nítido sería el de Lekue, con contrato hasta 2023 y un porvenir incierto porque ni su polivalencia le ha permitido jugar con frecuencia. No se sabe si aparece en la relación de descartes de Marcelino, pero tampoco extrañaría. Y sin conocer el papel de Petxarroman, que lo mismo convence al técnico que sale cedido este verano, es perfectamente viable que Capa preste sus servicios hasta mayo a sabiendas de que debe ir buscando un destino. Para entonces estaría el Athletic en situación de recurrir a Álvaro Núñez, el lateral del filial con Joseba Etxeberria, acaso a Petxarroman y quién sabe si también a Hugo Rincón, hoy en el Bilbao Athletic. Apuntar que en este proceso de paulatina regeneración de la plantilla y en concreto del lateral diestro sufrió un contratiempo en el instante en que Jesús Areso se negó a firmar una ampliación con el club y prefirió comprometerse con Osasuna, operación oficializada hace unos días.