La lesión de Yuri Berchiche le ha devuelto la titularidad a un Balenziaga de quien Ernesto Valverde llegó a decir que era "una joya con toda su corona" hace no tanto tiempo. Titular indiscutible para el Txingurri, el lateral de Zumarraga acepta su nuevo rol. Admite que lo lleva mejor que hace años y confía en que el equipo pueda regresar a Europa la próxima temporada.

No parece muy difícil adivinar que el triunfo del lunes de la Real ante el Villarreal fue ayer la comidilla en la previa del entrenamiento. Una pena el triunfo de los donostiarras, ¿no?

—Sí, pero bueno€ Jugar en Europa la próxima temporada dependerá de lo que nosotros hagamos y lo que tenemos claro es que quedan dos partidos, que estamos en la pelea, que era lo que queríamos y de lo que hemos venido hablando desde el final del confinamiento. Estamos con opciones. Lo primero es ganar mañana y después nos quedará un partido. Si ganamos mañana seguiremos teniendo opciones.

Pero como es lógico, lo mejor hubiese sido depender de ustedes, no de segundos o terceros resultados...

—Eso está claro. Nos hubiese venido bien que la Real no ganara el lunes, pero eso no depende de nosotros. Nosotros, a centrarnos en lo que realmente depende de nosotros.

¿Cree que si ganan los dos partidos se clasificarán para jugar en Europa la próxima temporada?

—Yo, personalmente, creo que si ganamos los dos partidos vamos a entrar en Europa.

Aunque la Real les saca tres puntos, tienen el gol average perdido con ustedes y, encima, su calendario no parece nada sencillo. Juegan ante Sevilla y Atlético de Madrid€

—Hoy en día, tal y como se ve, ganar en Primera cuesta muchísimo. Pero a nosotros y a todos. Yo creo que ganando nosotros los dos partidos vamos a poder estar en Europa.

En Segunda, Huesca y Deportivo han perdido su último partido ante el Racing y el Extremadura, respectivamente, que ya habían certificado su descenso a Segunda B. No se puede uno fiar de nadie.

—Nunca te puedes fiar de nadie. Y menos con este final de liga tan extraño, con partidos cada tres o cuatro días. De un partido a otro cambian muchísimo las cosas. Hay equipos en racha y otros a los que no les ha venido tan bien este parón. Nosotros tenemos que aprovechar nuestras armas e ir a ganar los dos partidos que nos quedan para ir a por esa clasificación europea, que es lo que queremos.

La dinámica del equipo es buena. ¿Esperaba que rindiera tan bien después de tantos meses parado?

—Sabíamos que fácil no iba a ser. Teníamos cinco puntos de desventaja sobre los equipos que estaban en Europa. Pero teníamos en mente volver a pelear por esos puestos después del confinamiento. Creo que el equipo físicamente se ha mostrado muy fuerte, muy sólido y las sensaciones están siendo muy buenas. Hemos jugado contra equipos importantes. Volvemos a estar en esa pelea y lo que tenemos que hacer es primero ganar al Leganés en un partido vital para nosotros y después esperar a ver qué resultados hay de cara al domingo.

¿Qué es lo que más temían del regreso de la competición?

—Había distintas cuestiones. Físicamente hemos llegado muy bien, en esas cuatro semanas posconfinamiento entrenamos muy bien en las distintas fases. Sabíamos que iba a ser un final de liga atípico, que el equipo que entrara en racha iba a tener la posibilidad de sacar muchos puntos, pero también estaba el tema de las lesiones. Que era un riesgo al haber tantos partidos seguidos. En esa dinámica nos ha ido bien, tenemos una plantilla larga.

En un principio parecía que se iban a librar de las lesiones, pero han llegado todas de golpe...

—Es verdad que en estos dos últimos partidos hemos tenido bajas importantes, pero sabíamos que el jugar cada tan poco tiempo podía traer esta circunstancia. Aunque se estén cambiando cromos entre jugadores, la dinámica es positiva, tenemos buenas sensaciones y tenemos que intentar terminar la temporada lo mejor posible.

Ha insistido antes que el equipo se encuentra bien físicamente. Pero hemos visto cómo en más de un partido se les hacían largas las segundas partes. ¿Cómo se explica eso?

—Hay que analizar cada partido y ver dónde habéis visto los bajones de las segundas partes. Hemos jugado contra equipos importantes que te meten atrás, te intentar dominar y esos últimos minutos se hacen difíciles. Hay que relativizar todo, ver dónde se han dado esos bajones para analizarlos.

Con esta nueva y frenética dinámica de partidos concentrados en tan pocos días, ¿están teniendo tiempo para analizar los errores?

—Los errores los analizamos al día siguiente o al de dos. Lo bueno que tiene esta dinámica es que después de un partido malo te puedes desquitar enseguida. Para lo bueno y para lo malo, tener partidos cada tan poco tiempo es positivo.

¿Y el análisis del rival? ¿Cómo es ese trabajo?

—Es verdad que tienes que meter mucho vídeo y mucha charla en poco tiempo. Así lo estamos haciendo. Prácticamente todos los días hablamos o del partido anterior o del que viene en dos o tres días.

A nivel personal, ¿cómo está viviendo este atípico final de temporada?

—Estoy llevando bien la situación. Creo que era la única forma viable de terminar la temporada. Hasta ahora está yendo fenomenal. A mí personalmente me ha gustado el formato. Y no estoy saturado. Ha habido mucho entrenamiento, mucho partido y poco día libre, pero es lo que había que hacer y lo he llevado bien. Y por lo que veo el equipo también.

¿Ha visto muchos partidos?

—Como hemos pasado bastante tiempo en casa sí he visto partidos.

¿Le ha sorprendido algo de cómo se han desarrollado?

—Los primeros partidos sí que fueron raros. Meterte en San Mamés con el estadio vacío, con el banquillo en la grada... la sensación fue muy rara. Es verdad que luego a la hora de jugar, sobre todo fuera de casa, no te das tanta cuenta. En casa sí se hace todo más frío, pero desde el banquillo se aprieta, se calienta el ambiente para que sea más fácil para los once que salen jugar el partido.

En este sentido, ¿cree que el aspecto psicológico ha adquirido mayor relevancia que nunca?

—Está claro. Había que sobreponerse a ello. Para nosotros que no hubiera público en San Mamés era difícil de suplir. Mentalmente hemos tenido que estar muy centrados.

¿Y en lo que a su participación se refiere? Porque por segunda temporada consecutiva sus minutos de juego han caído en picado con respecto a hace dos temporadas.

—No, la verdad. Como siempre he dicho lo he llevado con naturalidad. Me ha tocado jugar muchísimo en estos años, en los últimos dos menos, pero no voy a decir nada nuevo. Intento seguir estando disponible para el míster, físicamente estar a mi máximo nivel y cuando toque, dar todo lo que tengo para poder aprovechar la oportunidad.

A la espera de ver qué sucede con Yuri, que anda medio lesionado, podría volver a repetir en el once ante el Leganés y quizá también frente al Granada. Desde fuera parece que está ofreciendo un buen rendimiento, ¿comparte este punto de vista?

—Sí, yo me estoy encontrando bien, también en lo físico. Lo importante es que ese trabajo pueda ayudar a que el equipo sume. Estoy contento por volver a tener minutos y lo que quiero es aprovechar los minutos que me den y ayudar al equipo al máximo.

¿Esas buenas sensaciones que dice tener ahora le hacen pensar que podía haber tenido más presencia a lo largo de la temporada?

—Al final en el fútbol estamos 25 jugadores y el entrenador tiene que decidir. Ante eso no puedes hacer nada. Lo único que te queda es ir a entrenar, dar el máximo y demostrarle que estás capacitado y preparado para cuando él decida ponerte. Es que muchas veces creo que empezamos a pensar de más. Creo que es mucho más simple que eso, pero para bien como para mal. Un jugador lo que tiene que hacer es estar preparado para cuando le toque e intentar demostrar cuando le toque. Cuando no toca hay que ser paciente e intentar estar lo mejor posible.

Habla con cierta frialdad, al menos de puertas hacia afuera. ¿Consigue evadirse de estas situaciones al llegar a casa?

—Que un jugador de Primera División deje a un margen las cosas del equipo es muy difícil. No conozco a nadie que lo haga. La presión y el día a día que tenemos te lleva a estar 24 horas pendiente del fútbol y del Athletic. En mí, por lo menos eso no va a cambiar, pero creo que hay muchos momentos en los que hay que relativizar. Todos queremos jugar, yo el primero. Creo que no hay mejor explicación que el hecho de que haya 25 jugadores y que jueguen once.

Creo que esto último que cuenta es de mucho valor para los más jóvenes. ¿Intenta inculcarles a los chavales esa forma de pensar?

—Sí, porque está claro que yo tampoco lo llevé tan bien en su momento como lo llevo ahora. Y la palabra no es llevarlo bien. Es llevarlo. No hay otra. No hay que llevarlo ni bien ni mal, hay que llevarlo. Es verdad que yo con 22 años no lo llevaba tan bien como ahora, entonces creo que un futbolista, ya sea joven o veterano, tiene que ser paciente. Y lo que tiene que hacer es trabajar y hacer lo que depende de uno mismo. Porque lo único que un jugador puede cambiar es lo que depende de él. Por desgracia no controlamos lo que hacen los demás, así que nos tenemos que centrar en uno mismo.

¿Cree que uno de los problemas que pueden encontrarse los recién llegados a la élite es que a pasan de jugarlo todo a, en muchos casos, apenas contar con unos minutos?

—Sí. Cuando llegas al primer equipo del Athletic, después de tantos años jugando, cuesta verse de suplente, no poder aportar todas esas ganas que tienes, esa fuerza que traes por querer jugar en el Athletic. Pero la manera de afrontarlo es siendo paciente y poniendo el máximo de uno mismo.

Retrocedamos a algo que ha comentado antes. Ha dicho que está preparado para jugar, ¿pero lo estaría, si se diera el caso, para jugar de central debido a las numerosas bajas en esa parcela?

—La verdad es que estoy preparado para lo que diga el míster. En Valladolid empecé a jugar de lateral izquierdo y al de cuatro jornadas me pusieron de lateral derecho y jugué toda la temporada de lateral derecho. Donde consideren oportuno intentaré dar mi máximo y ayudar al equipo.

¿Considera que puede ser una alternativa ante el Leganés para el puesto de central?

—La verdad es que creo que es una posición en la que podría jugar, pero poco más puedo decir.

Mañana reciben al Leganés y le tengo que formular la pregunta del millón: ¿prefiere que, como sucederá, se estén jugando la vida o por el contrario considera que sería mejor que ya estuvieran descendidos?

—No tengo respuesta para esa pregunta. Muchas veces crees que lo mejor es que vengan sin nada en juego, otras que vengan jugándose la vida€ Precisamente por no jugarse nada el Levante me parecía un rival peligrosísimo. No se jugaba nada ni por arriba ni por abajo y con esa tranquilidad de no jugarte nada, de no tener presión, el Levante es más peligroso. Pero no sé qué decir.

"Lo bueno que tiene esta dinámica es que después de un partido malo te puedes desquitar enseguida"

"Nos hubiese venido bien que la Real no ganara el lunes, pero eso no depende de nosotros"

"El equipo físicamente se ha mostrado muy fuerte, muy sólido y las sensaciones están siendo muy buenas"

"Un futbolista tiene que ser paciente. Porque lo único que puede cambiar es lo que depende de él"

"A mí me ha gustado el formato. Creo que era la única forma viable de terminar la temporada

"Meterte en San Mamés con el estadio vacío, con el banquillo en la grada... la sensación fue muy rara"