Sentado sobre una cama, en una habitación con varios cuadros, destaca la trompeta, instrumento con el que Asier Villalibre (Gernika, 30-IX-1997) celebró el pase del Athletic a la final de Copa. El vídeo, grabado por una de sus compañeros, apenas tardó unos segundos en viralizarse y desde entonces son muchos los aficionados rojiblancos que han imaginado al delantero trasladando la celebración de Granada a alguno de los vestuarios de La Cartuja, el campo que debe acoger, en una fecha aún por decidir, la final copera entre Athletic y Real Sociedad. Pero mientras llega ese momento, el gernikarra sigue ejercitándose en casa, alternando la bicicleta estática y la cinta de correr con distintos ejercicios que le hacen llegar los preparados físicos y los fisios del club. Él, que se lesionó de la espalda en el derbi ante Osasuna, aunque ya se reincorporó al grupo en la semana previa a la entrada en vigor del estado de alarma, fortalece la zona afectada que le tuvo en el dique seco cuatro partidos.

En una nueva rueda de prensa telemática, ayer fue el turno para Villalibre, quien cogió el testigo de varios de sus compañeros de vestuario, así como de alguna jugadora del primer equipo femenino, para darse a conocer un poco más, tratar de acercarse al aficionado y hablar sobre diversas cuestiones de actualidad. En la que es su primera temporada con dorsal de la primera plantilla, en la que ha estrenado titularidad en liga y ha marcado sus primeros goles como león, el atacante admitió que en ese paso al frente que ha dado le ayudó lo vivido hace dos campañas, cuando encadenó sendas cesiones en el Valladolid y el Lorca, que no fueron productivas en el plano deportivo, pues apenas jugó, pero que sí tuvieron un impacto positivo en lo personal.

“Siempre se puede pensar al mirar mi trayectoria que ese año que estuve fuera fue un año perdido porque no jugué mucho, pero yo no lo veo así”, aseguró Villalibre, quien explicó que se trató de una experiencia “positiva”. “Es verdad que no jugué y pude venir peor en pretemporada, pero yo creo que aprendí mucho psicológicamente. Me endurecí mucho mentalmente. Pensé en lo importante, en el frío que hace fuera y lo bien que se está aquí, qué es lo que hay que cuidar y darlo todo para seguir. Estar fuera me ayudó mucho mentalmente a valorar lo importante y a esforzarme más”, agregó.

Villalibre, amante de los deportes en general, desveló que le gusta jugar a frontenis y a baloncesto con sus amigos, que el mejor recuerdo que guarda en el Athletic es el del partido que jugó ante el Espanyol, en el que tuvo un doble estreno: titularidad en liga y primer gol en dicha competición, y que, además de admirar a Aritz Aduriz, uno de sus delanteros referencia es Luis Suárez por “cómo juega, cómo se mueve y lo bien que usa su cuerpo”. Sobre su compañero de equipo admitió que si pudiera quedarse con alguna de sus virtudes sería con “su remate de cabeza”. “Le robaría tantas cosas que es difícil quedarse con una. Se mueve muy bien, es muy listo, remata muy bien. Es muy díficil verle fallar un remate. Tener ese porcentaje de gol-remate es increíble”.

Asimismo, insistió en un hecho que no es nuevo pero que procura recalcar cada vez que se pone ante un micrófono. Al ser cuestionado sobre si está preparado para coger el relevo de Aduriz, aseguró que “nadie tiene que ser el relevo de nadie. Cada uno es el jugador que es y lo que necesita cada jugar es minutos, confianza y entrenar duro. Con eso se consiguen las cosas”. En este sentido, Villalibre reconoció que en lo que a él respecta aún tiene margen de mejora, especialmente en “la movilidad. En ver mejor los espacios y aprovecharlos mejor siempre que pueda. No estar tan parado arriba”.

Por último, el rojiblanco admitió que el confinamiento le ha ayudado a darse cuenta de que lo realmente importante es la familia y lanzó un mensaje a aquellos jóvenes que pelean por llegar a ser futbolistas profesionales del Athletic: “Yo no soy partidario de que desde joven tengas que pensar que tienes que llegar al Athletic. Mi experiencia, ha sido disfrutar del fútbol y de mis amigos. Cada vez que iba a un partido me decían: pásalo bien. Esto es fútbol y es un juego. El consejo que yo daría es que disfrutes siempre que vayas a jugar, que no pienses en que tienes que llegar a un lado o al otro. Ahí es cuando te puedes agobiar y llevarte tristezas. El fútbol es para llevarte alegrías, pierdas o ganes. Es un juego y te lo vas a pasar bien. Ve y pásalo lo mejor que puedas”.

pasión por la música

Del txistu a la trompeta y la voz

Habrá concierto si ganan la Copa. Entre los distintos pasatiempos de Asier Villalibre para hacer más ameno el confinamiento está la música. El gernikarra comenzó años atrás a tocar el txistu, pero tuvo que dejarlo ante la imposibilidad de compaginarlo con sus estudios y el fútbol. Ahora, toca la trompeta tras entablar amistad con un miembro de una electrocharanga del pueblo y recibe clases para perfeccionar la técnica. En la rueda de prensa telemática difundida ayer por el club admitió que dedica algo más de una hora diaria a practicar con dicho instrumento, con el que celebró en Granada el pase a la final de Copa. Además de tocar la trompeta es la voz del grupo que él y varios de sus compañeros de vestuario: Lekue, Vesga, De Marcos, Balenziaga y Dani García han compuesto. Asegura no hacerlo “muy bien, pero tampoco mal”, y prometió que si ganan la Copa, Orsai, como han denominado al grupo, ofrecerá un concierto.

“Tengo que mejorar en movilidad. En ver mejor los espacios y aprovecharlos mejor siempre que pueda”

“Estar fuera me ayudó mucho mentalmente a valorar lo importante y a esforzarme más”