Aritz Aduriz paga la espuela
El delantero, que hoy cumple 39 años, alienta al vestuario en el objetivo de conquistar el ansiado título de Copa que pondría el broche de oro a su exitosa carrera deportiva
bilbao - Aritz Aduriz sopla hoy velas. Cumple 39 años de edad. El vestuario le tendrá guardada una sorpresa. Es la gran referencia del grupo. Se trata, además, de la última temporada en activo del carismático delantero, que dentro de cuatro meses colgará las botas para poner fin a una exitosa carrera en la élite que arrancó hace 18 años. Curiosamente, Aduriz debutó de la mano de Jupp Heynckes como jugador del Athletic, el 11 de septiembre de 2002 en Amurrio, en un encuentro de Copa, la competición que atrapa hoy en día toda la atención en el mundo athleticzale. El donostiarra, que acumula 402 partidos oficiales en el conjunto rojiblanco, ya ha mandado un mensaje a sus compañeros. Les pide el título de Copa. Por lo menos así lo subrayó Iñaki Williams el pasado jueves minutos después de apear al Barça en los cuartos de final gracias a su gol en el último suspiro. Williams lo comentó medio en serio, medio en broma: "Nos dijo: Chavales, por favor, tenemos que llegar a la final, que este año me retiro. Y claro, queremos que el abuelito se dé un último paseo feliz en la gabarra".
El protagonismo de Aduriz ha ido decayendo esta campaña por culpa, especialmente, de las lesiones que le han tenido muchísimas semanas en el dique seco. Su rol es secundario en el césped e incluso el domingo no jugó minuto alguno en el derbi del Reale Arena pese a que Gaizka Garitano puso en liza a los menos habituales. El donostiarra se quedó con las ganas de ejercer por última vez en el estadio en el que se estrenó como goleador. Su peso en la caseta, en cambio, no ha menguado. Es el líder del grupo y sus arengas suelen surtir efecto. Ya sucedió en la anterior semifinal de Copa que disputó el Athletic cinco años atrás. Entonces, Aduriz fue determinante para que el equipo que dirigía Ernesto Valverde se metiera en la finalísima del torneo del K.O., la única que ha disputado el delantero en su carrera, después de eliminar al Espanyol con una actuación estelar suya tanto en el partido de ida como en el de vuelta, ya que marcó en los dos encuentros. El Barça, con todo, le privó de la corona que tanto ansía.
El Athletic y Aduriz se resarcieron de aquella derrota en el Camp Nou en la Supercopa disputada tres meses después. El donostiarra rozó la perfección al anotar cuatro de los cinco goles que ejecutaron los leones en el cómputo de los dos asaltos. El pasado jueves se consumó una nueva venganza. El Barça, en ese caso, se ha quitado del camino en la Copa, lo que es toda una bendición para el Athletic, que ha perdido sus tres finales anteriores a manos de los culés, y para Aduriz, que vio cómo el Barça le apeaba en dos ocasiones en semifinales, la primera en las filas del Mallorca (2009) y la segunda con el Valencia (2012). Aquellas eliminaciones le impidieron enfrentarse a su Athletic en ambas finales.
un 'remake' Aquello ya es historia y el presente se centra en el Granada, el último escollo que debe superar el Athletic para clasificarse a su cuarta final en los últimos once años. Esta semifinal ofrece sus similitudes con la recorrida en 2015 ante el Espanyol. Llegó en el mismo tramo del calendario y con un conjunto rojiblanco despistado en la liga, tanto que a estas alturas de la película ocupaba la décimo tercera posición con solo 23 puntos, ocho menos de los que posee a día de hoy. Afrontó el choque de ida en San Mamés tres días después de sufrir un duro correctivo a manos del Barcelona en Bilbao (2-5), partido que jugó Aduriz y en el que no falló a su cita con el gol. Los rojiblancos enlazaban una racha de cuatro derrotas, un empate y un solo triunfo en liga con la entrada del nuevo año. En este 2020, han empatado los tres primeros y han perdido los dos más recientes. La Copa es la prioridad, a imagen y semejanza de un lustro atrás. El Athletic se tuvo que conformar con un peligroso empate en La Catedral con los periquitos (1-1), con gol de Aduriz, quien, sin embargo, estimuló al plantel de cara a dar la vuelta a la tortilla en el duelo definitivo en Cornellà-El Prat, donde los leones ya no fallaron para ganar por 0-2, con una nueva diana del donostiarra.
Williams también participó en aquel histórico partido en feudo periquito. Fue uno de los jugadores más activos y entonces también sumó para cumplir el deseo de Aduriz de jugar su primera final de Copa. Mañana comienza la cuenta atrás en el camino hacia La Cartuja. San Mamés puede decidir. Para que "el abuelito se dé un último paseo feliz en la gabarra".