LEZAMA - Ander Capa (Portugalete, 8 de febrero de 1992) es puntual a la cita. Saluda con una sonrisa de oreja a oreja y no pone pero alguno a las peticiones del fotógrafo en su afán de sacar una instantánea que proyecte el rostro humilde y comprometido del portugalujo, un chico Athletic cien por cien que tuvo que dejar Lezama en edad infantil para ganarse la vuelta a casa doce años después, ya con 134 partidos en Primera División en el Eibar. Capa, un intocable para Gaizka Garitano, repasa la actualidad del conjunto rojiblanco, su trayectoria personal y desvela algunos aspectos que se guardan los futbolistas puertas adentro.

Tiene pinta de que el parón se les está haciendo largo.

-Sí, puede ser largo pero también puede ser beneficioso para dar la vuelta a los dos últimos partidos que hemos perdido de forma consecutiva y con la idea de mejorar en los aspectos en los que hemos fallado.

¿Cómo explica estas dos derrotas consecutivas, algo que es la primera vez que se da en la era Garitano?

-La derrota en casa ante el Valencia supuso un palo duro. Es un buen equipo y tiene grandes jugadores, pero se nos adelantaron en el marcador y la verdad es que contra equipos buenos y de pelea se hace bastante cuesta arriba darles la vuelta. Lo intentamos hasta el último minutos pero no fue posible. En Vigo, la verdad es que no hicimos un buen partido desde el principio y ellos es que tampoco hicieran mucho para llevarse la victoria. En el fútbol los pequeños detalles, como por ejemplo el balón parado, deciden los partidos. Tendremos que mejorar y dar más atención a esos matices. También es verdad que fuera nos cuesta más y no hacemos casi peligro.

Esa es la sensación que proyectan, de que el equipo se devalúa lejos de San Mamés. ¿Comparte ese análisis?

-Sí lo comparto. En casa sí que somos fuertes, parece que sí generamos ocasiones y situaciones de peligro, y fuera estamos mucho tiempo defendiendo. No tener tanto el balón y perderlo a veces con mucha facilidad, nos agota mentalmente.

Porque estas dos derrotas han llegado al ponerse por detrás del marcador por primera vez esta liga. ¿No se detecta la ausencia de un plan B en estas situaciones?

-No se trata de tener un plan B o no tenerlo. No nos hemos visto este año en esta situación y no hemos sabido mantener esa calma de jugar el balón como solemos hacerlo, nos hemos precipitado y ese creo que ha sido nuestro fallo.

¿Ha hecho, por tanto, algo de autocrítica el vestuario?

-Autocrítica hay que hacer, entre el míster y los jugadores, pero somos nosotros los que tenemos que sacar esto adelante.

¿Concilia Ander Capa el sueño cuando sufre una derrota como la de Vigo?

-Dormir sí duermo, pero no es lo mismo hacerlo que cuando se gana.

Hay quien dice que el Athletic padece una minicrisis. ¿Es así?

-No lo veo así, es algo muy subjetivo. Cuando todo va de maravilla, todo suena bonito, que si Champions, UEFA? Cuando sufres dos derrotas, parece que somos el peor equipo del mundo y no es así. Al final, sabemos cuándo hemos hecho un buen partido y cuándo lo hemos hecho mal. Somos autocríticos, pero no vamos a tirar la casa por la ventana.

Al hilo de lo que comenta, el inicio del Athletic fue brillante. ¿Se pecó de cierta euforia?

-Ganas al Barça en el primer partido, sacas un punto en un campo tan jodido como el del Getafe, ganas el derbi ante la Real? Todo es bonito, pero cuando vienen mal dadas, todo parece negro. Este parón nos viene bien para recapacitar, darle la vuelta y mejorar esos aspectos que debemos pulir.

Si vencen y convencen ante el Valladolid, se vuelve al punto de partida.

-Hay que vencer y convencer, las dos cosas. Lo importante es sacar los tres puntos, que nos permitirá recuperarnos.

Usted conoce perfectamente a Gaizka Garitano. ¿Le nota especialmente inquieto?

-Inquieto, no. Es serio con el trabajo, le gusta hacer las cosas bien y con pausa. No le veo nervioso, ni mucho menos. Al fin y al cabo, el Athletic genera su punto de presión.

Una presión que ya se traduce en preguntas incómodas para el entrenador: si la propuesta de su idea es pobre, si al equipo le falta ambición... El propio entrenador dice que el equipo tiene problemas con el balón. ¿Es así, el juego es pobre?

-No es que sea una propuesta pobre. Ante el Celta no hicimos un buen partido. Si ves los demás partidos, no los puedes comparar con uno. No se puede hacer balance de cinco partidos contra uno. No me parece justo.

Ya en el plano personal, Ander Garitano es el entrenador que le ha marcado mucho en su carrera.

-Cuando salí del Danok Bat fue el que me llamó en su día para ir a Eibar. Tengo la suerte de que ahora esté aquí y haya depositado esa confianza en mí.

¿Qué habría sido de Ander Capa si no se hubiera cruzado Garitano en su camino?

-Buena pregunta. La verdad es que no lo sé. No sé si hubiera tenido la misma suerte o menos. Me quedo con mi trayectoria y a día de hoy le debo mucho, como también en su día a (José Luis) Mendilibar en el Eibar.

Aunque su último año en el Eibar con Mendilibar no fue sencillo, ya había fichado por el Athletic, no jugaba con asiduidad y eso no le ayudaba de cara a convencer a la masa social rojiblanca. ¿No fue algo atípico?

-Sí, la noticia se conoció un año antes de ir al Athletic. Empecé jugando en circunstancias normales y una vez que jugué en San Mamés ante el Athletic fui decayendo, en el banquillo, con pocos minutos? Lo hablaba con mis aitas, pero me decían que dentro de lo que cabe era normal. Me iba al año siguiente y Mendi buscaba un recambio de cara a la campaña siguiente, cuando la salvación ya estaba hecha.

Su aita, que es muy futbolero.

-A mi aita le quiero muchísimo, pero es un pesado (risas).

Cuente.

-Después de los partidos me llamaba o me decía: tienes que hacer esto o aquello. Le respondía que me dejara en paz, que pasado el partido no quería hablar de ello. Un día se lo dije a mal, no se lo tenía que haber dicho así tras un partido mal. Salté, pero mi aita lo comprendió. Siempre ha estado ahí, en las buenas y en las malas. Él vive mucho el fútbol.

Es un fijo para Garitano. ¿En qué se ha reinventado como jugador del Athletic respecto al que ejercía en el Eibar?

-Básicamente, soy el mismo. En lo que en su día me aportó Mendilibar al ser lateral y el juego ofensivo que tienen los dos prácticamente es el mismo. Son dos entrenadores similares, si bien a Mendi le gusta arriesgar más.

Con Garitano jugaba de interior derecho en el Eibar. ¿Cree que podría volver a esos orígenes en el Athletic?

-El año pasado ya jugué algún partido ahí con Berizzo. Dije que no me disgustaba, pero estoy más a gusto atrás.

¿Se lo ha propuesto Garitano?

-No, en ningún momento. Ni me lo ha planteado, ni lo ha probado en ningún entrenamiento.

Aunque en lo que va de liga ha jugado con cuatro compañeros diferentes por delante. ¿No le lastra el hecho de no tener una pareja fija como sociedad?

-No, porque cada uno tiene cosas diferentes en función de su perfil y yo me tengo que beneficiar de ello. Si juega Muniain, me va a dejar más espacio por dentro. Si juega Ibai o de Marcos, o Larra, son jugadores más de banda, más abiertos.

“Fuera nos cuesta más y no hacemos casi peligro. No tener tanto el balón y perderlo a veces con mucha facilidad nos agota mentalmente”

“Las tres asistencias seguidas de gol me sorprendieron hasta a mí mismo. La temporada pasada creo que no di ninguna”

“El míster no me ha planteado volver a jugar de interior, ni lo hemos probado en los entrenamientos”