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Muchos rumores y ninguna certeza

El calendario electoral arranca mañana sin que se conozca candidato alguno a la presidencia

Muchos rumores y ninguna certezaOskar M.B.

bilbao - La cuenta atrás se activa. Mañana se da, con la publicación de la convocatoria en dos medios de comunicación escritos del Territorio Histórico de Bizkaia, el pistoletazo de salida al proceso electoral que debería culminar con la designación de un nuevo presidente del Athletic que a partir del próximo 27 de diciembre, fecha elegida para que los socios de la entidad bilbaina pasen por las urnas, coja el legado dejado por los ocho años de mandato de la Junta Directiva presidida por Josu Urrutia, que, como era un secretos a voces, oficializó el pasado 7 de noviembre su renuncia a presentarse a una tercera legislatura. El propio Urrutia y el resto de su Junta dimitieron el jueves de sus cargos, por lo que la Comisión Gestora, que forman el excapitán y otros siete miembros de su equipo, asume la gestión del club en estos cuarenta días, que deberían dar paso a un proceso electoral del que, a día de hoy, no hay noticia algunas por el simple hecho de que no se han producido movimientos que hayan consumado por lo menos una candidatura que opte a ocupar el sillón de Ibaigane hasta finales de 2022.

El escenario resulta atípico y hasta inédito en la historia reciente del Athletic. Se trata, sin más, de un clima preelectoral pleno de incógnitas, sin ruido alguno procedente de las personas o planchas que pudieran optar a hacerse con las riendas de la institución y donde las noticias se limitan a los numerosos rumores que se quedan simplemente en ello, suposiciones sin argumento fiable que no hacen más que alimentar futuros artificiosos y sin que emerja certeza creíble. Lo cierto es que da la sensación que se trata de una partida de ajedrez para la que se buscan rostros visibles, que se manejan plazos tácticos o, que, sin más, haya solo humo, con lo que el decorado resulta sombrío, tapado por el impacto que genera el preocupante momento deportivo por el que atraviesa el primer equipo y que posiblemente marque las decisiones de los que podrían aspirar a la presidencia de una entidad, paradójicamente, saneada en cuanto a tesorería.

El principal foco de atención se proyecta hacia la recientemente dimisionaria Junta Directiva, donde se espera surja un posible candidato, en lo que sería una plancha continuista a Urrutia con sus correspondientes matices. Javier Aldazabal, el secretario de la misma y uno de los integrantes de la Comisión Gestora, asomaba como el perfil más vendible para sustituir al de Lekeitio, con el que presume de un buen feeling y con el que compartía su política de gestión. Aldazabal, sin embargo, se resiste a encabezar esa candidatura y se ha negado hasta en dos ocasiones a ello, ya que opina que su rol estaría dentro del equipo de gobierno, pero no en la jefatura, opción a la que también se ha asociado a Alberto Uribe-Echevarría, pero esta posibilidad quedó descartada en primera instancia.

corres, a escena El nombre que más suena es el de José Ángel Corres, vicepresidente con Urrutia y el hombre que ha liderado en estos últimos ochos todo el proyecto de reforma y mejora de las instalaciones de Lezama, junto a gestionar el papel del Athletic en la sociedad San Mames Barria. El presidente de la Cámara de Comercio de Bilbao y uno de los vicepresidentes de Euskaltel responde a ese carisma de gestor, buen comunicador y ajeno a ejercer un exceso de personalismo, por lo que aglutinaría a gran parte de las sensibilidades de la Junta y podría satisfacer a los hipotéticos grupos que respaldarían un candidato de consenso, con lo que se desactivaría una supuesta segunda plancha.

En el exterior, solo se conocen rumores. Lo que es palpable es que Juan Antonio Jainaga, presidente de Sidenor, se ha bajado del tren y no presentará candidatura pese a su declaración de intenciones formulada el pasado febrero en las que alimentaba esa posibilidad. Jainaga y sus colaboradores han efectuado numerosos sondeos, pero el resultado de los mismos les ha llevado a tomar la decisión de no saltar al ruedo, lo que podría privar a la masa social de un enfrentamiento electoral salvo que en las próximas fechas aparezca un candidato con una plancha sólida, además de disponer del aval bancario de 19,3 millones de euros.