Bilbao - La suspensión de la final de la primera edición de Euskal Herriko Txapela a un minuto de la conclusión del derbi que enfrentó a Athletic y Alavés en Lasesarre continúa dando que hablar. El colegiado guipuzcoano Palencia Caballero, de Segunda B, decidió dar por finalizado el choque después de que los jugadores de uno y otro equipo se enzarzaran tras la expulsión por roja directa del paraguayo Óscar Romero. El lío, no obstante, comenzó en el minuto 70, cuando el árbitro de Hernani enseñó también el camino hacia los vestuarios a Alexis Ruano, quien se acercó entonces al trencilla y agarró su cara para asombro generalizado, protagonizando así una fea acción que a punto estuvo de acabar con el partido.

El central del Alavés, tras recapacitar sobre tan desagradable lance, optó ayer por disculparse a través de las redes sociales. “Tras lo ocurrido en Lasesarre quiero pedir disculpas al árbitro y a los aficionados del Alavés, Athletic y del fútbol en general. Me arrepiento. No voy a buscar excusas. Nunca lo he hecho”, escribió de primeras Alexis, que quiso dejar constancia en su comunicado de que la actitud que exhibió en Lasesarre “está mal y mi deseo es reconocerlo”. “Lo que iba a ser una fiesta antes de empezar la temporada, acabó siendo un trago de mal gusto para todos los amantes de este deporte. Nosotros al final tenemos que ser un ejemplo y en eso me comprometo en el futuro”, finalizó el central malagueño, quien a sus 32 años cumple su segunda temporada como jugador del Alavés.

La organización Euskal Herria Kirola, organizadora de un torneo que no pudo tener un peor desenlace en su primera edición, emitió un comunicado después del encuentro lamentando lo sucedido y dejando claro que el partido fue suspendido finalmente por una decisión “ajena a nuestra voluntad”. “Euskal Herria Kirola quiere señalar que la decisión de suspender el partido ha sido ajena a nuestra voluntad. En el minuto 89 y con empate a dos en el marcador el árbitro ha tomado motu proprio la decisión de marcharse a vestuarios y no volver a salir al césped pese a nuestros reiterados intentos de reconducir la situación. Es el colegiado la autoridad en el campo y quien decide quién sigue en él y quién no. Al decidir no volver a saltar al campo ha sido imposible que la Txapela se decidiera a penaltis como así estaba estipulado en caso de que el partido acabara en empate. Sin árbitro no hay juego”, pudo leerse en las primeras líneas de una nota en la que se agregaba que en el envite “aunque en algún momento se ha calentado más de lo debido no ha pasado nada que no suela suceder en un partido de estas características”.

“Así lo demuestra que los dos conjuntos hayan despedido juntos en el centro del campo a todos los aficionados”, añadió la organización, que lamentó que “este año, por desgracia, la Txapela del Primer Campeonato de Euskal Herria ha quedado sin dueño”. Euskal Herria Kirola, no obstante, espera que Juan Martínez de Irujo, el encargado de poner la txapela al capitán del equipo que resultara vencedor el sábado en Lasesarre pueda “vestir la Txapela al campeón el año que viene”. El objetivo, por tanto, es dar continuidad a un campeonato en el que se contabilizan los resultados de los derbis entre los clubes vascos que militan en Primera División.