bilbao - Decía Ernesto Valverde el viernes que el partido de hoy es clave para los intereses del Athletic. Los es porque enfrente asoma el Villarreal, un conjunto que ejerce de rival directo de los rojiblancos en los últimos tiempos. Lo es porque el submarino amarillo, cuarto tras la victoria ayer del Sevilla en A Coruña, aventaja en cinco puntos a los leones, por lo que todo lo que no sea firmar el triunfo supondría un revés en las aspiraciones bilbainas. Lo es también porque se trata de un examen de solvencia, o sea que el partido pone a prueba a un Athletic inestable en lo que va de curso y que quiere dar un golpe sobre la mesa para reivindicarse a estas alturas de la liga, donde ya se va marcando el terreno en los diferentes frentes.
Lo cierto es que el colectivo de Valverde necesita hacer algo parecido a un partido redondo. Se deduce que el parón competitivo le ha venido de perlas, pero también al Villarreal, con el que comparte la saturación del calendario al tener en común su condición de equipos de la Europa League. El Athletic reclama los tres puntos, especialmente porque no vence desde el derbi ante la Real Sociedad, que, además, le ha superado en la tabla. Desde aquel duelo en La Catedral, los rojiblancos solo han sumado dos puntos de nueve posibles, lo que diagnostica un retroceso en sus prestaciones, sobre todo porque no presume de una brillantez que le permita hacer caja.
El Villarreal, que no conoce la victoria en el nuevo San Mamés, no se lo pondrá nada fácil al conjunto rojiblanco, del que se espera su mejor versión para acentuar su credibilidad. El pinchazo en el segundo derbi de la campaña frente a Osasuna, situado en la zona de descenso, fue un aviso para navegantes y los leones son conscientes de que no pueden dar concesiones a la tropa de Fran Escribá, un equipo en alza y que dispone de un interesante poderío ofensivo, encarnado en las figuras de Sansone y Bakambu, que han hecho olvidar la lesión de larga duración de Soldado.
El Athletic, con Kepa bajo palos, asume que la victoria pasa por no caer en errores que pueden ser fatídicos, además de llevar la gestión del partido. Valverde volverá a ser fiel a su idea y su plan lo liderará Beñat, que solo ha participado en una de las últimas cuatro jornadas de liga, por lo que el conjunto rojiblanco debería ganar en fluidez en la circulación. Queda la duda de quién será su acompañante, con posibilidades para Mikel Rico en lugar de San José, ausente en los dos partidos precedentes, ante el Genk en Europa League y el Espanyol. Donde sí habrá novedades es en la línea defensiva a causa de la baja de De Marcos en el lateral derecho, donde Bóveda se postula como su sustituto.
Arriba no se esperan sorpresas, con la presencia de Raúl García en la media punta y con Aduriz como la gran referencia. Al donostiarra, además, se le da muy bien el Villarreal, al que ha batido en diez ocasiones en su carrera.