bilbao - La iglesia del Colegio de los Jesuitas, en Indautxu, fue testigo ayer de una despedida sumamente especial y emotiva, marcada por la legendaria huella futbolística de Rafa Iriondo, fallecido el pasado miércoles a los 97 años de edad. A su funeral, teñido por los grandes recuerdos que el gernikarra dejó de por vida en los veteranos aficionados del Athletic como miembro destacado de la mítica delantera completada por Venancio, Zarra, Panizo y Gainza en los años cincuenta, acudieron numerosos rostros conocidos del mundo del fútbol.

Charo Echevarría, viuda de Iriondo, así como sus hijos, nietos y demás familiares estuvieron acompañados en el dolor por Unai Rementería, diputado general de Bizkaia, y por los máximos mandatarios del Athletic. El presidente Josu Urrutia, junto con José Ángel Iribar, encabezó la masiva representación de la entidad de Ibaigane en un funeral que dio comienzo a las 19.00 horas. Hasta el lugar se desplazaron también otros ilustres exrojiblancos como Carmelo Cedrún, compañero de vestuario de Iriondo en las temporadas 1950-51, 1951-52 y 1952-53. Dani Ruiz Bazán y Txetxu Rojo, pupilos del mítico extremo derecho gernikarra en los cursos 1974-75 y 1975-76, tampoco quisieron faltar al acto.

También acudieron Manolo Delgado, incombustible preparador físico del Athletic a finales del siglo XX y principios del XXI; el exguardameta Carlos Meléndez, Javier Irureta, Ismael Urzaiz -casado con una nieta de Iriondo- y otros aclamados exleones como Niko Estéfano y José Mari Argoitia, a las órdenes de Iriondo en el curso 1968-69 que el conjunto bilbaino cerró con la consecución del título de Copa, y Koldo Agirre.

El excentrocampista de Sondika, un referente en el centro del campo rojiblanco, ganó aquel torneo copero de la mano de Iriondo, pero ocho años más tarde, como entrenador del Athletic, cayó derrotado en la final de Copa disputada ante el Betis, comandado por el propio Iriondo, a quien le acompañó “la suerte”, según destacó Agirre a DEIA el viernes, con una mezcla de ironía y convencimiento. En cuanto al primer equipo del Athletic, la afectiva representación corrió a cargo, entre otros, de Ernesto Valverde, Carlos Gurpegi y Gorka Iraizoz, además del preparador de porteros Aitor Iru.

presencia de real y betis Luis Mari Elustondo, presidente de la Federación Vasca de Fútbol, representó al máximo organismo del fútbol en Euskadi en la iglesia del Colegio de los Jesuitas, donde también se dejaron ver representantes de Real Sociedad y Betis, clubes en los que Iriondo dejó su particular huella como entrenador. Fue en la entidad txuriurdin, de hecho, donde el gernikarra colgó las botas en la temporada 1954-55.

Ángel Oyarzun y Mikel Ubarrechena, ambos vicepresidentes de la Real, e Iñaki Alkiza, expresidente del club donostiarra, se desplazaron hasta Bilbao para estar presentes en el último agur a Iriondo. Más largo fue el viaje que decidió hacer Rafa Gordillo, director de relaciones institucionales del Betis y pupilo de Iriondo en las campañas 1976-77 y 1977-78, para mostrar su afecto por la histórica figura del de Gernika. El extremeño, a quien se pudo ver departir y fotografiarse con prestigiosos excompañeros de profesión como Iribar y Dani, asistió a un funeral al que también acudieron en representación del Athletic los expresidentes Fernando García Macua y José Julián Lertxundi.

Todos, con Rafa Iriondo en el corazón, dieron la despedida merecida a un auténtico mito del Athletic.