iker Muniain y Óscar de Marcos compartieron de inicio ante el Levante la banda derecha del Athletic. Por primera vez desde el retorno de Ernesto Valverde a Bilbao, ni Andoni Iraola ni Markel Susaeta, los inquilinos habituales de este costado del campo, figuraron en el once titular. Hasta el encuentro del sábado, contando todos los compromisos oficiales del curso pasado, al menos uno de los dos había arrancado de inicio. La baja de última hora de Iraola, que se cayó de la convocatoria por una sobrecarga muscular leve, trastocaron los planes del técnico rojiblanco, que no quiso arriesgar. Su idea era que el de Usurbil retornara a la defensa después de ser suplente en la vuelta ante el Nápoles (también lo fue en San Paolo). De esta manera, De Marcos, que ya únicamente entrena en la demarcación de lateral, completó la línea de cuatro atrás. De nuevo, el de Biasteri cumplió con nota. Poco exigido en tareas defensivas, se desdobló siempre que pudo. Por delante no tuvo a Susaeta, otro fijo en esta demarcación. Por decisión técnica, el eibartarra pasó por el banquillo y fue Muniain el que cambió el carril izquierdo -aquí se situó Ibai Gómez- por el contrario. Como resultado, el conjunto bilbaino mostró una banda derecha inédita. El resultado se puede decir que fue satisfactorio.
Con una temporada que se presenta cargada de partidos, en la que el Athletic debe encarar tres competiciones, Valverde ya ha mostrado las demarcaciones en las que va a introducir rotaciones. Iraizoz, Laporte, Balenziaga, Iturraspe, Rico, Muniain y Aduriz son intocables para el de Viandar de la Vera. Beñat, que parece haberse asentado en la media punta, ha arrancado el curso como titular y por ahora todo indica que continuará en el once; Gurpegi, por su parte, va a ser dosificado para evitar que juegue un partido cada tres días, por lo que San José está en la recámara. Por tanto, a priori, es la banda derecha donde se prevén más variaciones.
Susaeta, que el año pasado fue el rojiblanco que más minutos sumó en la Liga (las dos temporadas anteriores, con Marcelo Bielsa, también lo jugó prácticamente todo) no ha arrancado al nivel que ha acostumbrado a la parroquia bilbaina. Aplicado como siempre en tareas defensivas, en la eliminatoria de la previa de la Champions y en el primer partido de Liga ante el Málaga, Markel no brilló de medio campo para adelante. Valverde le reemplazó de inicio ante el Levante por Muniain, y el delantero navarro, con más chispa que el eibartarra durante todo el verano, se acercó con peligro al área levantinista. Su tendencia a caer hacia dentro dejó todo el carril a De Marcos a la hora de sumarse al ataque.
La prueba se puede decir que funcionó y no extrañaría que Valverde la vuelva a poner en práctica en el futuro, aunque no es probable que lo haga ante el Barcelona en el Camp Nou, la próxima cita tras el parón liguero. En defensa, el de La Txantrea no es tan aplicado como Susaeta, lo mismo ocurre con Ibai en el costado izquierdo, y ante las estrellas culés es necesario armar bien al equipo. Los laterales no pueden estar tan expuestos como lo estuvieron frente a los pupilos de José Luis Mendilibar.
un sitio para de marcos Después de colocarle, salvo de portero, en prácticamente todas las demarcaciones, Ernesto Valverde ya ha encontrado un sitio para Óscar de Marcos. En el último tercio de la temporada pasada, el de Biasteri se turnó en el lateral con Iraola. El entrenador del Athletic reservó para los partidos de casa al que ha sido el inquilino habitual del carril derecho en la última década, mientras que De Marcos disputó los encuentros lejos de San Mamés, en un intento de Valverde de aprovechar su mayor velocidad para frenar a los atacantes rivales. Este curso, De Marcos, además de disputarse con Iraola un puesto en la zaga, está por delante de Aurtenetxe para reemplazar a Balenziaga en la banda izquierda si este no puede jugar.