bilbao - Pedía Ernesto Valverde en su comparecencia del viernes que el Athletic debía aprovechar la inercia de la Champions para superar al Levante y cosechar sus tres primeros puntos en Liga tras el fiasco de La Rosaleda. Dicho y hecho. El conjunto rojiblanco, lejos de acusar el cansancio de la maravillosa noche frente al Nápoles y pese a disponer de tan poco espacio de tiempo entre partido y partido, despachó con una aplastante autoridad a la tropa de José Luis Mendilibar, que asume que tiene mucho trabajo por delante en su deseo de reflotar a una plantilla confeccionada tradicionalmente a base de remiendos.
El Athletic puso ayer la guinda a su semana fantástica. Y lo hizo sin necesidad aparente de apretar el acelerador, lo que hay que entenderlo como toda una plusvalía. O sea, el conjunto rojiblanco luce genética Champions, lo que debe amedrentar a los equipos que sobreviven en escalones inferiores, como es el caso de la escuadra levantina, que pareció resignada a su suerte casi desde el primer minuto. Vamos, que este Athletic se ha ganado por méritos propios un lugar en la nobleza del fútbol estatal, sobre todo en San Mamés, donde en sus 23 encuentros solo ha hincado la rodilla ante Atlético de Madrid, por partida doble, y Espanyol, en lo que fue un accidente.
Existía un pequeño temor a que la mágica noche de Champions pudiera despistar ayer al Athletic, lo que habría ocasionado un escenario difícil de digerir, especialmente porque los de Valverde estaban obligados a vencer después del mal trago que se llevaron en la jornada inicial y con la visita al mismísimo Camp Nou a vuelta del parón competitivo, que le vendrá de perlas a los leones, muy tensionados en los últimos doce días, en los que han tenido que hacer frente a cuatro encuentros, un empacho al que, sin embargo, deben acostumbrarse por lo menos hasta las próximas navidades. Es lo bueno y lo malo que supone disputar la deseada fase de grupos de la máxima competición europea.
El Athletic superó la primera prueba del algodón en su nueva condición elitista. No solo no acusó el desgaste ni físico ni mental de la enorme noche frente al Nápoles, sino que ofreció un mayúsculo ejercicio de solvencia que incluso enganchó al buen puñado de finlandeses que aprovecharon su presencia en Bizkaia para empujar a su selección de baloncesto en el Mundial para acercarse a La Catedral y conocer de primera mano la esencia de la entidad rojiblanca, seguramente seducidos por el éxito ante la escuadra napolitana que se estrenará hoy en la Liga italiana, como debía haber sido lo más razonable en el caso de los leones.
el azote aduriz El conjunto de Valverde, quien efectuó dos cambios respecto al once que compareció 72 horas antes, abrió su cómodo triunfo con el bello tanto de Aritz Aduriz, que atraviesa por un momento espléndido y que también culminó su particular semana fantástica. Fue decisivo el miércoles en el billete a la fase de grupos de la Champions con su doblete y ayer repitió semejante impacto cuando batió, con un gol marca de la casa, al meta granota, que se quedó de piedra con el sutil remate de cabeza del donostiarra, al que ya le han colgado el cartel de persona non grata para el Levante, al que le tiene martirizado en los últimos tiempos.
Es la séptima diana que endosa como rojiblanco al conjunto levantino, al que ha hecho gol en los tres últimos enfrentamientos consecutivos, en los dos de la curso pasado y en el de ayer. La pesadilla para el Levante comenzó en la campaña 2007-08, con un doblete en el Ciutat de Valencia, que, además, suponía la primera victoria de la era Caparrós como técnico del Athletic.
Aduriz, que acumula la friolera cifra de 39 goles desde que iniciara en el verano de 2012 su tercera etapa en el Athletic, vive su enésima segunda juventud. Es como el buen vino. Aunque Vicente del Bosque no ha apreciado tal contundencia. O quizá no haya querido abusar del conjunto rojiblanco, por si le recuerdan allí donde le están esperando con la escopeta cargada su declarada querencia por el mismo, en el que ha reclutado de forma sorprendente a Mikel San José, que ayer estrenó titularidad en el presente curso, y al sí esperado Ander Iturraspe, que ya se encuentra de regreso, después de no estar fino ni en San Paolo ni en La Rosaleda.
Iturraspe lo celebró a la grande, ya que firmó su segundo gol en 183 encuentros oficiales como león y tres años después que se estrenara en la vieja Catedral frente al Rayo Vallecano. Fueron, por tanto, todas noticias buenas para un Athletic que está en inercia de Champions. Y el Barça de Luis Enrique le aguarda.