bilbao - Los relumbrantes focos de la Champions volvieron a dar paso ayer a los profundos laberintos domésticos, en los que al Athletic urgía encontrar su lugar tras la derrota sufrida en el estreno liguero protagonizado en La Rosaleda. El parón por los compromisos internacionales es ya una realidad para los rojiblancos y la necesidad de afrontarlo con tres puntos en el zurrón se presentaba como ineludible misión a completar.

Lo resaltó el propio Ernesto Valverde en vísperas del envite de ayer ante el Levante y no le dejaron en mal lugar sus pupilos, lo que colmó de satisfacción al técnico rojiblanco habida cuenta de la dificultad mental que entrañaba ponerse el mono de trabajo tras el festín del miércoles. Fue precisamente eso lo que más valoró Valverde, la capacidad de sus jugadores para saber enfocar la relevante cita contra los de José Luis Mendilibar. “El partido tenía mucho peligro, porque llegaba después del exigente encuentro ante el Nápoles. Tenía bastante respeto a este partido, pero hemos conseguido ganar y, aunque ha habido ciertos altibajos en el juego, hay que dar mérito al equipo por saber poner de nuevo los pies en la tierra y sumar los tres puntos después de haber perdido la semana pasada en Málaga”, subrayó el de Viandar de la Vera.

Y es que si hubo algo que agradó sobremanera a Valverde, fue la fortaleza mental exhibida por sus hombres, toda vez que “incluso Real Madrid y Barcelona demuestran a veces que no es fácil jugar después de un partido de la Liga de Campeones, lo que sucede es que a ellos con un setenta por ciento les suele servir para sacar adelante los partidos y a nosotros no; lo que más me gusta en ese sentido es que el equipo comienza a demostrar esa hechura que hace falta para saber afrontar este tipo de partidos y sacarlos adelante”.

También destacó Valverde el poderío del equipo en las jugadas a balón parado, un arma que hirió ayer por partida doble al Levante: “En la estrategia somos un equipo peligroso porque tenemos buenos rematadores y buenos lanzadores y nos aprovechamos de ello. El Levante también es un equipo que en la estrategia podía encontrar una de sus principales armas, pero les hemos sabido defender bastante bien”. Cuestionado por la entrada de Carlos Gurpegi en detrimento de Mikel Rico cuando corría el minuto 76 del partido, el técnico rojiblanco tuvo a bien explicar el motivo, reconociendo además que tenía pensado el cambio de antemano.

“A Gurpegi no resultaba extraño situarle en el centro del campo porque ha jugado muchas veces ahí y tenía previsto dar un poco de descanso a Rico si el partido iba como finalmente ha ido; el miércoles hizo un gran desgaste y entendía que podía ser uno de los cambios”, argumentó, instantes antes de referirse al debut de Borja Viguera con el Athletic en Liga: “Es un jugador que nos puede ayudar en distintas posiciones ofensivas y eso es bueno tanto para él como para el equipo”.

descanso merecido Una vez sumados los tres primeros puntos en el campeonato de la regularidad, Valverde admitió que el obligado descanso antes de retomar la Liga vendrá bien a la plantilla. “Este descanso se agradece, sobre todo, por la tensión acumulada en todo este tiempo para preparar la eliminatoria de Champions y el inicio de Liga”, apuntó el de Viandar de la Vera, que, no obstante, también dio la oportuna importancia al hecho de poder cargar las pilas y descansar las piernas antes de afrontar un calendario sumamente cargado de partidos.

El objetivo para los próximos días, por tanto, radica en “intentar recuperarnos lo antes posible del esfuerzo físico y mental, para lo cual tendremos tiempo, y volver a tener disponible también a Andoni Iraola”. El miércoles, a fin de dar opciones de reivindicarse a los menos habituales, el Athletic jugará un amistoso contra el Balmaseda, el cual asoma a ojos de Valverde como una atractiva opción de que aquellos jugadores que no están jugando “puedan tener sus minutos”.