Los partidos se ganan desde la defensa. Esta máxima del fútbol que muchos entrenadores repiten por activa y por pasiva a sus pupilos parece que no va con el Athletic. Al menos en este irregular inicio de temporada que los rojiblancos han protagonizado desde que jugaron la primera de las eliminatorias previa a la fase de grupos de la Europa League. Un comienzo del curso marcado por los temas extradeportivos, pero que ha hecho saltar todas las alarmas al cuerpo técnico comandado por Marcelo Bielsa, que no ha sido capaz hasta el momento de corregir las lagunas defensivas que los de San Mamés vienen repitiendo cíclicamente en cada partido. En menos de cuatro meses, los que van desde las derrotas en las finales de Bucarest y el Vicente Calderón, donde los leones fueron vapuleados por el Atlético de Madrid y el Barcelona, respectivamente, los bilbainos han pasado de ser un equipo puntero, que jugaba de memoria y con las ideas claras, a un conjunto de nuevo en construcción.

Y los números no engañan. Sobre todo en la faceta defensiva, donde el margen de mejora de los de Ibaigane es más que evidente. En los seis partidos oficiales que los bilbainos han jugado hasta el momento, el bagaje de goles recibidos es de 16, es decir, 2,6 tantos en contra por encuentro, una cifra preocupante que obliga a los delanteros a tener un acierto frente al marco contrario que hasta la fecha únicamente han mostrado ante dos equipos de nivel inferior como han sido los croatas del Slaven y el HJK Helsinki, conjunto que el jueves volvió a evidenciar las carencias del Athletic en la parte de atrás.

Pero más allá de los conceptos de circulación de la pelota, lo cierto es que, hasta el momento, Bielsa no ha sido capaz de dar con la tecla en la línea defensiva. Con Fernando Amorebieta y Jon Aurtenetxe recuperándose de sus respectivas lesiones (ambos fueron fijos en la línea de atrás durante la temporada pasada), y con Javi Martínez ya en el Bayern de Múnich, el argentino ha buscado, sin éxito hasta el momento, cuatro hombres que den seguridad al equipo en el cierre. Las combinaciones en el dúo de centrales se han repetido (hasta cuatro parejas diferentes en seis partidos), siendo Carlos Gurpegi el más utilizado por Bielsa.

diferentes alternativas El navarro ha probado primero con Ramalho, luego con Ekiza y después con San José, con el que ha jugado los dos partidos de Liga. En Finlandia le tocó el turno a este último con Ekiza, aunque los problemas se volvieron a repetir debido a la falta de contundencia.

En los laterales la situación es parecida. Andoni Iraola está lejos de su mejor estado de forma. Y en el lateral izquierdo, con Aurtenetxe aún sin poder jugar, Bielsa se ha inventado una nueva posición para Iñigo Pérez. Sin ser un especialista defensivo, el navarro se ha hecho con un puesto en el once titular.

Pero que el Athletic haya protagonizado el peor arranque liguero de su historia (dos derrotas y nueve goles recibidos) no se debe exclusivamente a la falta de atención defensiva. Varios de los jugadores que el año pasado fueron titulares en la inmensa mayoría de los partidos están lejos de su mejor estado de forma. Susaeta, Muniain, Herrera, Iraola, Iturraspe o el propio De Marcos son algunos de los leones que no han mostrado todavía su mejor cara. Puede que la carga de partidos que sufrieron el curso anterior les haya impedido alcanzar la frescura suficiente. Seguro que las dos semanas de descanso de competición liguera que los rojiblancos tienen después del partido ante el Valladolid les van a servir para corregir los errores y para recuperar el pico de forma.