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La faena de aliño de Chus Llorente

La faena de aliño de Chus LlorenteZigor Alkorta

Estamos en puertas de Aste Nagusia y sus corridas de toros. El símil le viene de perlas al hermano de Fernando Llorente, Chus, cuyo trabajo como representante del jugador ha sido en todo momento de vendedor por todo Europa y de dar largas al Athletic. Creo que mi experiencia durante tantos años tras haber pasado por el arbitraje, la Federación, la Liga de Fútbol Profesional, la directiva del Athletic, del que actualmente soy compromisario, así como colaborador en algunos periódicos, me permite dar una opinión, aunque muchos piensen que algunos debemos guardar las posturas. Si unas negociaciones empiezan dos años y medio antes de finalizar un contrato y el representante alarga la decisión tanto tiempo, no es la directiva la culpable del fracaso. Otra cosa es cómo se inculca en Lezama, a los chavales, el sentimiento del Athletic.

Cuando Fernando Lamikiz fue proclamado presidente, el jugador firmó que se marcharía del club en caso de no subir al primer equipo. Consiguió que se quedase y pasase al primer equipo con gran esfuerzo, pero dejó un poso negativo que ahora sale. Con la incorporación de Koldo Asua se estableció una dinámica de acercamiento entre los familiares de los jugadores y la directiva mucho más estrecha, donde se hacía hincapié en los valores del Athletic y el sentimiento que deben tener a la hora de defender nuestros colores y lo que representa el escudo. Todo esto al hermano de Llorente no le ha debido valer y ha ido alargando la negociación de forma interesada al ver que el nombre del riojano cada día tenía mas admiradores y clubes interesados en hacerse con sus servicios. Y Chus siguió haciendo su labor de aliño, ya que todos sabemos cómo hay que hacer las cosas para que los medios hablen de Llorente con el fin de anunciar que queda libre en enero de 2013, después de que no le saliera bien el escaparate de la Eurocopa, tras la que pensaban subir el caché y así forzar al Athletic a aceptar las condiciones que habían puesto.

Se pueden aplicar varias hipótesis, pero en la que coincidimos la mayoría es en que si le daban lo que pedía se quedaba, incluido el porcentaje de la comisión de su hermano, que tampoco hay que olvidar. ¿Dónde encaja eso de que no renueva porque quiere ir a un club que juegue la Champions League? Puede tener apalabrado ya con otro club o buscar que el Athletic se vea forzado a venderlo antes de acabar agosto.

Fernando Llorente sabe que si va a un grande será uno más, no como aquí, y eso será difícil de asimilar cuando no reciba tantos balones ni jueguen para él y tenga que ganarse el puesto en cada partido, salvo como parece, solo sea para conseguir su último gran fichaje.

La papeleta del jugador es complicada. Han demostrado que han pensado mucho las cosas, pero el daño que hacían también lo sabían. Cualquier postura que tome será criticada. Estoy de acuerdo con la decisión tomada por el presidente Urrutia. Como siempre vienen las dudas: ¿no se puede poner un límite de tiempo para renovar, según a qué jugador?; si lo vendemos, ¿el Athletic sacará un dinero para traer al que quiera?; ¿hay que aguantar una temporada calentita en todos los aspectos?; ¿va a rendir a buen nivel Llorente teniendo en cuenta su estado anímico?; ¿por qué no se utilizan otras alternativas, como apostar por jugadores de futuro, contando que Aduriz tiene tres años en el Athletic y su deseo siempre ha sido volver, a pesar de no portarnos bien con él?

Hay mucha gente que piensa, salvo cambios de última hora, que Chus Llorente lo tiene hecho para el año que viene y que entonces la sorpresa será mayúscula. Fernando Llorente puede elegir su destino, pero después del esfuerzo del Athletic no es elegante amarrar una faena para terminarla con una estocada baja y atravesada, para sufrimiento de la afición que soñaba con una temporada ilusionante. Aunque siempre es mejor tener a los que sienten el Athletic de verdad. Y no me vale comparar el caso de Llorente con el de Javi Martínez, ya que si éste se va será exclusivamente porque paga su cláusula, igual que el club rojiblanco hizo en su día con Osasuna. Gora Athletic!