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"A la última final fui sin hotel y sin entrada"

En su etapa de futbolista, el torneo no le dejó satisfacción alguna. Cómo será que todos sus recuerdos se concentran en el cruce fatal con el Xerez, siendo Heynckes el entrenador. En ninguna de las siete ediciones coperas como rojiblanco se acercó siquiera a unas semifinales

"A la última final fui sin hotel y sin entrada"Jose Mari Martínez

BILBAO. José Ángel Ziganda (Larrainzar, 1966) hizo un viaje relámpago para estar en Mestalla hace tres años y asegura que, mezclado con la afición, disfrutó de la fiesta a fondo hasta que el Barça tomó la delantera en el marcador. Un día inolvidable que espera repetir el 25 de mayo, aunque con mejor broche.

El Athletic y la Copa, ¿por dónde quiere empezar?

De lo único que tengo recuerdo es de lo del Xerez, de la decepción que nos llevamos, no nosotros solos sino de lo que aquello dejó en el sentir general. Heynckes hizo rotaciones y perdimos en la ida 1-0. En San Mamés empezó el partido y no metíamos, nos fuimos presionando y, debido a los nervios, no fuimos capaces de darle la vuelta. Sí recuerdo muy bien que nos anularon un gol legal, lo metí yo, hasta el punto de que me he quedado con el nombre del árbitro, Casajuana Rifá, cuando no soy de los que se acuerda de estas cosas ni de los árbitros. Fue un gol legal clarísimo. Me pitó falta en el salto con un defensa.

Sí que fue una eliminación sonada.

Lo arreglamos en Liga porque jugábamos bonito y lo llevábamos bien, pero pasamos una semana muy dura. Menudas críticas que hubo. Y no recuerdo nada más de la Copa.

¿Eso es todo después de siete años en el equipo?

Es que no hubo nada destacable. Sí es que en esos siete años no hicimos nada en la Copa. A semifinales seguro que no llegamos y a cuartos es posible que algún año sí, pero hasta ahí. Quieras que no pesaba lo de ser el rey de Copas y nunca lo supimos llevar muy bien.

Tuvo por tanto su cuota de protagonismo en ese misterio que supone estar un cuarto de siglo sin lograr nada.

Es una cosa rara porque hubo equipos potentes como para aspirar a algo, con Heynckes, con el francés (Luis Fernández)...

Y con Valverde se rozó una final.

Estuve como espectador en la vuelta de la semifinal con el Betis. Tuve la sensación de que iba a pasar algo, pero no para bien, se mascaba en el ambiente, todo estaba a favor para ganar y al portero de ellos, no sé si era Doblas, le daban todas. Al final, pasó lo peor, eliminados. Haber entrado en la final de hace tres años creo que quita un peso de encima.

¿Asistió a esa final de Mestalla?

Vi la semifinal en Estados Unidos, fue una sensación muy rara porque la dieron al mediodía, estaba comiendo con mi mujer y las hijas. Volvimos y me pareció precipitado volver a viajar, así que decidí no ir a Valencia, incluso una entrada que me tocó se la quedó un familiar. Me dieron bastante la tabarra para que fuese y yo que no y que no. El mismo día de la final, por la mañana fui a llevar a las hijas a la ikastola y allí me junté con dos del pueblo que salían en coche a Valencia. Me lo volvieron a proponer y no me aguanté más. Me monté y me fui sin entrada y sin hotel. Le llamé a la mujer para decírselo y ya está. Pasamos un día impresionante.

El partido no dio mucho de sí para el disfrute.

El cuerpo se nos quedó de tal forma que nos fuimos a dormir. Del viaje recuerdo las paradas que hicimos, a la ida y a la vuelta, y luego allí en la ciudad se respiraba fiesta por todos lados...

¿Con qué sensaciones irá esta vez?

Lo que transmite el equipo es totalmente diferente. En la Liga vimos un tuteo al Barcelona, un partido que todos tenemos en la retina. Este Athletic está demostrando que compite ante cualquiera y que nuestros jugadores también están entre los mejores.

¿El viaje será de otro tipo esta vez?

Esta vez será más organizado, lo cual no garantiza que vaya a salir mejor porque aquel día en Valencia fue una maravilla.