ABRAZADOS a la incredulidad, los hermanos armintzarras Iñaki y Jon, atan su restaurante marisquería Jado (Colón de Larreategi, 26) al devenir del Athletic y esgrime Iñaki, con sorna, y la virtud de saber que se marca una bilbainada: "Esto es la hostia".

¡¿Por qué?!

El reloj marca las 18.00 horas del miércoles 14 de marzo. Fecha y hora que recuerda Iñaki. "Fíjese, a esa hora -a más de 24 de la vuelta de la Liga Europa entre Athletic y Manchester United en San Mamés- ya me estaba viendo otra vez el duelo de ida de Old Trafford. Otra vez. Esto es la hostia. ¡Qué temporada!", concreta el empresario armintzarra, peinando canas rojiblancas, con el corazón latiendo a ritmo de goles, los de Fernando Llorente, los de Cuco Ziganda, los de Julen Guerrero o Isma Urzaiz. El ADN de los dos hermanos viste los colores del bloque bilbaino con la garra y el desparpajo de los que viven esta situación, tan especial y tan bonita: triunfando en El Teatro de los Sueños y en la final de Copa. Relata Iñaki que "vivimos el Athletic desde que somos pequeños. Nuestra ama es socia desde hace más de 40 años y nosotros desde hace 20. ¡Y qué liada la de Manchester! Esa no se me olvidará". Por ello, durante todo el día de ayer, el restaurante Jado estuvo engalanado de rojo y de blanco, como el corazón de los Mendizabal. "Desde la mañana colocamos a los camareros con camisetas del Athletic y el restaurante -unos lo llaman templo del Athletic- se viste igual". Todo en una comunión que aúna fútbol, buena comida, buena compañía, gran servicio y Athletic, sobre todo, Athletic. Y, a las 14.00 horas, como un gong, en la televisión de la marisquería de Colón de Larreategi preludiando un partido histórico, el de la ida, otra vez, por televisión. "A partir de esa hora ya empezamos con la chufla. Pusimos el partido de la ida, que fue espectacular. Nos vestimos y a servir mesas. De todos modos, yo vestí a mis hijos Telmo, de cuatro años, y Mikel, de tres, ya desde la mañana de futbolistas para ir al colegio. Y yo con ellos. Así, fuimos los tres desde las 8.00 vestidos del Athletic", manifiesta Mendizabal.

Y el delirio con la victoria en Old Trafford. "Pasamos el día trabajando, pero disfrutando también con los amigos y los clientes. En el fondo es un día de trabajo normal, pero viene gente de la cuadrilla a comer y después nos reenganchamos con ellos. Pero esto va in crescendo, ¡en la próxima empezamos la fiesta desde el desayuno!", afirma con gracia Mendizabal.

y la final de copa "Y es que, tenemos lo de la Liga Europa, que fuimos a Manchester y vivimos una cosa muy grande, pero, además, nos queda la Copa", esgrime el empresario armintzarra, que analiza que "ya conseguiremos entradas, sea como sea. En la de Mestalla estuvimos mi hermano Jon y yo y fue algo genial. Menos el resultado". Sostiene Iñaki que "yo prefería Sevilla, pero iremos a Madrid". "Necesitamos esa Copa. Recuerdo la última vez que salió la gabarra. La vi con mi ama desde el puente de Deusto, agarrado de su mano, porque yo era muy pequeño, y no pude disfrutarlo. Pero bueno, al fin y al cabo, yo ya la he visto. Pero la gente joven necesita ver otra vez al Athletic ganar un título, para enganchar a todos, para que vean lo grande que es el equipo. Y es que, el que lo conoce, el que sabe de su idiosincrasia, lo lleva muy dentro. Fíjese en lo de Manchester: 8.000 tíos allí, llenado la ciudad. ¡Eso solo pasa aquí y en ningún lado más!", especifica Mendizabal, porque conoce los entresijos de la afición, y añade que "y que conste en acta: tapamos a su afición". Prosigue Iñaki que "lo que está haciendo el equipo durante este curso es algo excepcional, quitando al Barça, nadie es capaz de hacer un fútbol más vistoso que nosotros. El espectáculo es fundamental en el fútbol, también ganar, pero hemos conseguido que se nos trate por Europa como un grande. Y eso es por jugar bien al fútbol". "Y si ganamos... Aunque sea bajo en tabla de surf detrás de la gabarra", envida el armintzarra.

"El Athletic está muy dentro. Mi ama Edurne es la más forofa del mundo. En los encuentros de San Mamés, porque va a todos, se tiene que ir en el minuto 80 de partido, porque ya no aguanta de la tensión. Es muy rojiblanca", desvela Iñaki, quien recuerda algunos viajes con el equipo: "Fuimos mi hermano, mi ama y yo a Bruselas, que hubo conflictos. Y la ama allí, a ver al Athletic. Es una forofa de cuidado, la que más". Entonces, tras el pitido inicial de ayer en San Mamés, se ahogan las palabras y nace el grito. Y el delirio se transforma en sueño. El sueño se convierte en empuje. El empuje, en diversión. La diversión, en "Athleeeeeeeetic!". Y ese "Athleeeeeeeetic!", en gol de Llorente. Y de De Marcos. Y...