SANTURTZI. TODAVÍA me acuerdo del gol de Endika en el 84, creo que es de lo único que me acuerdo. Cuando marcó, salí a la ventana y me puse a gritar como un loco", relata Jose Mari Jauregi (Santurtzi -"de Kabiezes", añade-, 27-VIII-1976). "Alrededor muchos eran del Barça o del Madrid, así que se quedaron flipados", desgrana. Y es que, Jose Mari, o Josito, como le apodan, es muy forofo del Athletic; tanto, que explica entre risas que "para los que somos ateos, es nuestra única religión". Así las cosas, el santur-tziarra lleva diez años "más o menos" de socio. "Empecé siendo abonado, pero en un año me hice socio y hasta hoy sigo siéndolo", asiente y agrega que "el Athletic es algo muy especial, no me imagino un domingo sin un partido o sin ir cada dos semanas a San Mamés para disfrutar un buen partido. Muchas veces hemos sufrido y otras no, pero se vive de una manera muy especial". Pero Josito no se queda solo anclado en La Catedral: "Me he recorrido casi todos los campos de la zona norte y he tenido la oportunidad de viajar a Bruselas y a Austria, para el partido aquel ante el Austria de Viena en el que hubo palos".
Y prosigue el santurtziarra, vendedor del cupón de la ONCE cerca de Ibaigane, que los colores rojiblancos son algo que se lleva impregnado en el ADN. Por cada uno de sus poros de la piel se respira Athletic y cada palabra se refiere a ese sentimiento. Media sonrisa en su rostro, Josito recita que "gente como mi ama, a las que no les gusta el fútbol, aunque no sean forofas siempre preguntan: ¿Qué ha hecho el Athletic? Y eso es muy grande, porque no les importa el fútbol, les importa el Athletic ¿Hay algo mejor? Se trata de un sentimiento de pueblo, colectivo, del que todos nos sentimos partícipes. Por eso creo que vamos a ganar". "Igual me he exaltado demasiado", dice Josito entre risas. Desvela, asimismo, que "el otro día escuché que cuando jugamos en Valencia nos creíamos David, creíamos que íbamos a acabar con Goliat, que era el Barça. Pues bien, si esta final vuelve a ser la historia de David contra Goliat, en esta, seguro que ganará David"; "porque ser del Madrid o del Barcelona es demasiado fácil". Sonríe despreocupado portando el escudo del Athletic en el pecho, por encima y por debajo de su camiseta.
"vamos en barco" "Hace tres años estuve en Valencia porque me tocó una entrada y fue algo impresionante. Fue... ¡Buff!". El hincha santurtziarra se calla. No brotan las palabras por su garganta. "Fue algo...". Siguen sin salir. "Fue algo muy grande". Y se arranca. "Veías a un montón de gente conocida que se acercaba a la carpa rojiblanca y era algo inexplicable que no pudimos valorar hasta más tarde. Era ir andando entre una maraña de gente y recibir abrazos de un lado y de otro. Ibas al servicio y te encontrabas con alguien conocido y la sensación no se puede expresar con palabras", rememora Josito. "Estuvimos el día de la final toda la jornada en la carpa que nos habilitaron. Mirabas Valencia y veías a 50.000 locos de rojiblanco que no hacían más que cantar, pasárselo bien y estar de buen rollo. Fueron demasiados sentimientos juntos. Y el gol de Toquero... Fue el delirio. Después, ellos metieron una sola marcha y caímos. ¡Al final nos pasamos varios días allí! Después vinimos al recibimiento y todo lo demás. ¿Ve por qué es tan grande el Athletic? Perdemos y hacemos un recibimiento en el que se paralizó todo Bilbao. Me da miedo si ganamos...", explica Jose, quien apostilla que "después del partido de Valencia y de perder te sentías con la impresión de que no pintábamos ya nada, pero nos tocó bailar con la más fea". "Eso sí, la gente del Barcelona parecía demasiado acostumbrada a ganar finales, porque apenas se les veía celebrarlo. Será eso, la costumbre. ¡Menos mal que se la vamos a quitar este año!", manifiesta Josito.
Así que este santurtziarra de corazón escarlata y blanco vive confiado de que la victoria llegará -"tenemos un equipo de jugones, es imposible especular. Bielsa ha sido un gran acierto", desvela-. "De hecho, ya he hablado con un amigo mío de Armintza, Jon Mendizabal, y le estamos convenciendo para que saque el barco que tiene a la Ría para celebrar la victoria y acompañar a la gabarra; aunque lo cierto es que no me imagino cómo puede estar Bizkaia. Me da miedo, ya digo. Y si al día siguiente es laborable...", analiza Josito, que apostilla que "Bizkaia se va a paralizar, las dos márgenes de la Ría llenos de gente, vendrán muchísimas personas de fuera... ¡Vaya Cristo!".