BILBAO. Koikili se encuentra en plena soledad. Es el único jugador de la primera plantilla del Athletic, al margen de Aitor Ocio y Xabi Castillo -que sufren lesiones de larga duración-, que no ha completado minuto alguno en lo que va recorrido de curso. Son seis meses de ostracismo. Sin embargo, el de Otxandio no acostumbra a arrojar la toalla. Sus genes se resisten. Koikili ha tomado una decisión y va con ella al fin del mundo: no abandonará el Athletic antes del próximo 30 de junio, fecha en que expira su contrato y cuando ponga fin a su trayectoria de cinco temporadas como rojiblanco.
El último encuentro oficial de Koikili como león se remonta al 20 de marzo de 2011, ante el Villarreal, en San Mamés: acabó con empate a uno. Ha pasado casi un año de aquello. Desde entonces, dolencias musculares le impidieron comparecer en el tramo final de la campaña anterior, en tanto que la llegada de Marcelo Bielsa le marcó un antes y un después, al convertirse en uno de los descartados del rosarino, que solo se ha acordado del defensa vizcaino a la hora de incluirle en tres convocatorias, todas ellas lejos de San Mamés: Gijón, Sevilla y París.
Algunos clubes de Segunda División y Segunda B han sondeado la posibilidad de negociar con el Athletic una posible cesión de Koikili, de 31 años de edad. Se quedaron en meras tomas de contacto. El jugador no dio pie a profundizar en el asunto por su fe ciega en disponer de una oportunidad en lo que resta de temporada, un sueño que podría llegar de cara a la cita de mañana en el Santiago Bernabéu debido a la ausencia de Jon Aurtenetxe, sancionado. Pero su concurso ante el Real Madrid se antoja improbable.
Bielsa y Koikili han mantenido algunas conversaciones. La última la protagonizaron al descubierto hace una semana, en un entrenamiento en Lezama. El técnico está contento con el trabajo y la implicación en el grupo del de Otxandio, pero también le ha recalcado el lugar qué ocupa en sus preferencias. La dirección deportiva del club conoce los detalles y comparte la continuidad del jugador hasta el cierre de un ejercicio donde el equipo puede conseguir cosas bonitas.
continua reivindicación La trayectoria de Koikili en el Athletic no ha transcurrido por un camino de rosas, ya que se ha encontrado desde su llegada, en verano de 2007 procedente del Sestao River, con una competencia feroz en el lateral izquierdo, un puesto maldito en el conjunto rojiblanco en los últimos tiempos. Pese a ello, el vizcaino ha completado 98 encuentros oficiales, por lo que su último deseo se centra en convertirse en centenario, un pequeño consuelo antes de cerrar un año duro en clave personal.
Koikili, al que le absorbe también su faceta empresarial y de compromiso con el euskera, tira de su perfil de fajador para ver un rayo de luz, aunque sea mínimo, en su particular oscuridad. Por eso se queda hasta final de temporada.