bilbao. No se vestirá de corto, ni comparecerá en San Mamés ni en otro estadio, como así lo hiciera en sus 401 encuentros oficiales como jugador del Athletic. Hoy le tocará jugar otro partido, en el que lucirá traje y corbata, y en el que se asomará en un estrado, en el Auditorium del Palacio Euskalduna. Josu Urrutia se examinará, nueve años después de su último servicio en el césped como león, en su estreno como presidente de la entidad rojiblanca ante la Asamblea General Ordinaria, el órgano que marca la gestión del club.

Urrutia y Alberto Uribe-Echevarría, el contador de su Junta Directiva, deben presumir de la dialéctica para seducir a los socios compromisarios, expectantes ante el primer examen del exjugador rojiblanco, que ya sabe lo que es aparecer en este mismo foro, aunque en la anterior ocasión, el pasado 11 de abril, lo consumara en un segundo plano durante la Asamblea Extraordinaria que rechazó la propuesta de reforma de los Estatutos liderada por Fernando García Macua, el antecesor de Urrutia.

Precisamente, la figura de García Macua ofrece un relevante protagonismo en la cita de hoy, una vez que la actual Junta Directiva presentará ante el órgano soberano del club una herencia de diez millones de euros de déficit, una contabilidad radicalmente dispar a la dibujada por el anterior equipo de gobierno, que cerró el último ejercicio con un superávit de poco más de dos millones de euros.

A Urrutia, visto lo visto, le ha tocado ejercer un papel de revisor de unas cuentas que no suyas, mientras que las propias, es decir el presupuesto para el presente curso (61,1 millones de euros), han pasado casi de refilón desde que se conociera la polémica que se ha levantado entre la Junta Directiva saliente y la entrante, incapaces de llegar a un punto de comunión después de seis reuniones al más alto nivel.

El punto estrella de la Asamblea es evidente, como también lo es la incertidumbre en torno a la temperatura ambiental que se genere en el Palacio Euskalduna, por aquello de que los defensores de la anterior Junta Directiva (la otra expectación procede en si Juan Antonio Zarate, contador en los cuatros años anteriores, subirá o no a la tribuna a justificar el balance cerrado a 30 de junio pasado), y los de la actual puedan calentar la misma en función del sector que más músculo presente y que puede decantar el resultado de las votaciones, para lo cual las urnas se abrirán en el momento en que la Asamblea quede válidamente constituida.

ingresos polémicos García Macua y Zarate efectuaron el pasado 26 de septiembre una encendida defensa de los conceptos contables que aplicaron en su último ejercicio, apoyados en las interpretaciones más polémicas en el capítulo de ingresos. O sea, el diagnóstico de los ya famosos diez millones de euros que la actual Junta Directiva no los considera como corrientes.

Los 6.500 socios barria han aportado a las arcas de Ibaigane 7,3 millones de euros. El anterior presidente y el anterior contador los considera socios de pleno derecho, por lo que se debe computar en el último ejercicio semejante cantidad, concepto que no comparte la Junta Directiva presidida por Urrutia, que el pasado jueves salió a la luz pública para exponer sus argumentos, denominar a los socios barria como acreedores y desvelar determinados gastos heredados, como los 250.000 euros abonados a Joaquín Caparrós, extécnico rojiblanco y a día de hoy entrenador del Mallorca, el pasado 6 de juliola, víspera de las últimas elecciones a la presidencia del Athletic.

La discordia alcanza también a otro millón y medio de euros, procedentes de la prima del nuevo contrato televisivo que firmó García Macua con la operadora Prisa TV y que entrará en vigor el 1 de julio de 2012, ya que la anterior Junta lo estima como un ingreso y los actuales gestores, como un anticipo. La discrepancia contable se completa con el trasvase desde la Fundación Athletic, ya que se computó un remanente de tres millones de euros frente a los dos millones que se han auditado con el traspaso de poderes en Ibaigane.

El estado financiero del Athletic que García Macua tildó de "solvente" durante la campaña se ha tornado en "negativo", según apuntaron el jueves Urrutia, Uribe-Echevarría y Javier Aldazabal, secretario de la Junta Directiva y hombre fuerte del presidente. Aldazabal, en este sentido, proyectó que hoy primará el tono conciliador en el discurso de Urrutia con la finalidad de "cerrar el proceso electoral", además de huir de una visión pesimista de la tesorería del club, ya que, según sus palabras, "las expectativas de futuro son positivas".

Los compromisarios, además, se pronunciarán sobre el presupuesto "equilibrado" de 61,1 millones para el presente ejercicio, con una propuesta del incremento del 3 por ciento en las cuotas de los socios.