Xabi Castillo no asume riesgos en su estreno
El de Durango asoma sin estridencias en su primer partido oficial con el Athletic esta temporada
alcorcón. Como ocurre con los buenos marineros, Xabi Castillo, que ayer apareció por vez primera en un partido oficial en la presente campaña, no quiso defraudar la confianza depositada por el capitán de la nave rojiblanca, Joaquín Caparrós, y se agarró a pies juntillas al guión dictado por el técnico de Utrera, que no quería sobresaltos en la trinchera en una competición, la Copa, en la que los errores resultan fatales y en la que el club tiene depositadas muchas esperanzas de cara al actual ejercicio. Conocida la vocación del preparador, que insistió en acorazarse en la zaga, el lateral izquierdo de Durango se volcó en la faceta de contención y decidió abandonar cualquier idea de aventurarse en el frente de ataque. "He intentado hacer un partido serio", atestiguó Castillo, que ofreció una tarea aseada acorde con el tono general del equipo.
"Tenía claro que no debía complicarme la vida después de pasar mucho tiempo juego sin jugar. Mi objetivo era estar fuerte en defensa", analizó Castillo a la conclusión del duelo copero que dio ventaja al Athletic ante el Alcorcón. El durangarra dejó que fuera Igor Gabilondo quien percutiera de cara al área rival, mientras él torpedeaba los avances de Montañés, que optó por cambiar de banda y vérselas con Andoni Iraola para intentar dañar la estructura de los rojiblancos, más hábiles en labores defensivas que en el despliegue atacante. Xabi Castillo, al igual que el resto de sus compañeros de equipo, fue fiel reflejo de la apuesta de Joaquín Caparrós.