Nombre: Andoni Cedrún
El hijo del mítico Carmelo se consagró en Zaragoza, donde cosechó tres títulos
tODAVÍA hoy voy por la Gran Vía de Bilbao y la gente me dice: Hombre, el hijo de Carmelo Cedrún. Pero yo me llamo Andoni Cedrún, llevo muchos años en el fútbol y me he hecho un nombre. A ver, yo me siento muy orgulloso de mi padre, que ha sido y es una institución en el Athletic. Pero aquí en Zaragoza no me pasa. Aquí me conocen como Andoni". Las palabras del ex guardameta durangarra se escapan entre sonrisas y compactan una realidad. Porque donde caen las mieles del éxito se solidifican hasta la perpetuidad. En Zaragoza triunfó Andoni Cedrún. Allí ganó dos Copas (1986 y 1994) y una Recopa de Europa (1995). Allí llegó porque en el Athletic no había hueco, ni el más mínimo, según recuerda, para disfrutar del fútbol. Allí formó una familia con Nekane, su mujer, y sus hijos Maider y Jon. Allí sigue viviendo y actuando como periodista para la televisión autonómica de Aragón y para la Cope.
Iribar, la supremacía entre los tres palos, se empezaba a convertir en leyenda, pues los años, sin piedad, le llevaban a la retirada. Bilbao enloquecía tras la búsqueda de su sustituto y un tal Andoni Cedrún asomaba. "La portería del Athletic ha sido… Lezama, Carmelo, Iribar...", golpea las manos en la mesa Cedrún destacando, como si sus propios nombres no fueran suficiente, la calidad de sus antecesores. "Cuando se retiró Iribar hubo mucho nerviosismo. Su despedida se tenía que haber acogido con mucha más naturalidad", opina el ex cancerbero.
Andoni debutó en el primer equipo rojiblanco de la mano de Iñaki Sáez en diciembre de 1980. Esa temporada jugó 21 partidos en Liga y 8 en Copa. A partir de ahí, se apagó Andoni en el Athletic. "Llegó Javi Clemente y apostó por Zubizarreta. Javi nunca me dio una opción de poder luchar por el puesto. Era imposible, no jugaba ni los amistosos. Yo era joven y quería triunfar y además tenía mi orgullo, que ¡yo era el hijo de Carmelo! Y ahí Piru Gainza fue muy importante porque negoció mi cesión al Cádiz. Al año siguiente ya fui traspasado al Zaragoza", rememora Cedrún.
Las doce campañas siguientes (1984-1996) en La Romareda son pedazos de gloria. Tres destellos resumen una etapa luminosísima. "Ganamos la Copa en 1986 a un Barcelona que la semana siguiente jugaba la final de la Copa de Europa en Sevilla que perdió a penaltis contra el Steaua de Bucarest", rescata el ex meta vizcaino. "En 1987 jugamos la semifinal de la Recopa contra el Ajax de Johan Cruyff. Empezó a diluviar y nos ganaron. Claro, allí jugaban hombres como Van Basten… Era el mejor Ajax", agrega. Pero la Copa alzada en 1994 -"batimos al Celta de Txetxu Rojo en los penaltis. Yo paré el tiro de Alejo y luego metió Higuera"- dio al Zaragoza la llave para dominar el Viejo Continente en 1995. "Eliminamos al Chelsea en las semifinales y ganamos al Arsenal en la final", introduce Cedrún, que fue titular en ese partido ante la baja a última hora de Juanmi. "Marcó Nayim un golazo desde cuarenta metros en el último minuto del descuento", finaliza.
Ese encuentro histórico, su padre Carmelo se lo perdió. "Se tumbó en la cama que yo tenía en casa de mis padres y no lo vio", cuenta Andoni. Y es que "mi padre no ha visto un partido mío ni in situ ni por la tele. Luego sí los veía grabados. Sufría mucho. Hay muchas anécdotas. Cuando yo iba a San Mamés con el Zaragoza y mi padre ya no entrenaba, mi madre iba a la tribuna y mi padre se quedaba en la calle dando vueltas por la parte de Pozas. La entendida en fútbol en mi casa es mi madre. Sabe un huevo".
Andoni Cedrún, además, resalta otro momento especial en su carrera: "Hay un momento clave que es la promoción que jugamos contra el Murcia en 1991. Ahí se empezó a despegar el Zaragoza". Como Andoni cuando voló de Bilbao.