Toquero inquieta con su primera lesión muscular

bilbao. "Dos futbolistas más". Joaquín Caparrós ilustra en pocas palabras su sentir ante el saturado calendario al que hace frente el Athletic, que en dos semanas ha completado un partido cada 2,8 días. El míster rojiblanco se refería, sin más, a que el duelo frente al Atlético de Madrid se cobró las lesiones de Gaizka Toquero y Markel Susaeta, lo que hace que el overbooking en la enfermería aumente aún más. A día de hoy, son ocho los jugadores que componen el parte de guerra, al margen de otros que padecen molestias menores.

El estado de Toquero y Susaeta es el que preocupa. El gasteiztarra sufre una lesión muscular en la parte anterior del muslo izquierdo, mientras que el interior derecho fue sustituido a los 72 minutos de juego debido a una sobrecarga en el aductor izquierdo. Los dos leones serán sometidos hoy a respectivas resonancias magnéticas que revelarán el auténtico alcance de sus dolencias, que les convierten en principio en más que serias dudas para el encuentro del jueves en Funchal ante el Nacional de Madeira, dentro de la cuarta jornada del grupo L de la Liga Europa.

"Las tres competiciones nos pueden costar la vida". Caparrós tiró de lamentos minutos después de que el Athletic cerrara su nefasta racha de cinco jornadas consecutivas sin saborear el triunfo. Quizá, esa expresión tan contundente delate su inquietud por el desgaste físico que deben soportar sus hombres, por lo menos los que más minutos ostentan a sus espaldas. Toquero se rompió a los 42 minutos. Se entiende hasta como un aviso para navegantes, sobre todo cuando es la primera vez en su carrera que sufre una lesión de esta tipificación.

El equipo médico también está con la mosca detrás de la oreja en torno al gasteiztarra. Se le ha detectado una molestia una tanto sospechosa en ese muslo izquierdo. Es decir, se ha encendido la alarma ante la posibilidad de que Toquero presente un rotura muscular que, en función de su importancia, le puede obligar a un periodo de recuperación más largo del previsto. Con todo, no se quiere proyectar un mensaje con cierto pesimismo, una vez que estos percances físicos entran dentro de los parámetros normales contemplados en esta intensa tacada de ocho partidos en poco más de tres semanas. Es decir, se cumple la estadística de que a más minutos, más riesgo de padecer lesiones.

a la espera El percance que sufrió Markel Susaeta también le pilló desprevenido a Caparrós, que precisamente dio descanso al de Eibar tres días antes en el estreno de la Copa en Vallecas. Ese reposo, al parecer, no ha dado los frutos buscados con esta inesperada sobrecarga que le obliga a permanecer entre algodones en el deseo de estar disponible para viajar a Madeira.

El técnico, como pequeño consuelo, se mostró confiado en recuperar a Yeste, que protagonizó un nuevo episodio polémico con su espantada en la segunda mitad del duelo de San Mamés ante el Nacional, después de marcharse a su domicilio tras ser sustituido en el descanso. El de Basauri, al que Caparrós defendió debido a una supuesta infección bucal, reza en el parte médico como víctima de una distensión en el ligamento interno de su rodilla izquierda aunque puede llegar a tiempo para comparecer ante los portugueses. Iñigo Díaz de Cerio, que aún no ha debutado en Liga, también cumple los últimos plazos de su recuperación y su regreso está cada vez más cercano.