Faltan horas para que Bilbao ponga punto y final a la Aste Nagusia más multitudinaria de la historia, que ha vuelto a batir récord de asistencia con 1,8 millones de participantes, y en la que han descendido el número de delitos pero han aumentado las detenciones.

"Muy contento" se ha mostrado el alcalde, Juan Mari Aburto, en el balance provisional que ha realizado este domingo. "En Bilbao la alegría, la diversión, la convivencia, el respeto y la participación han sido las verdaderas protagonistas de nuestra Aste Nagusia", se ha felicitado.

Con más de 1,8 millones de asistentes, la edición de este año vuelve a romper un nuevo récord de asistencia y participación. Como cada años, los fuegos artificiales han sido el acto más multitudinario, congregando a más de 130.000 personas cada noche para ver cómo se ilumina el cielo bilbaino.

Juan Mari Aburto ha realizado una valoración "doblemente satisfactoria" Oskar González

DESCENSO DE DELITOS

Pese a la marea de gente que todos los días ha inundado las calles de la villa, la mayor presencia policial y la "eficacia" de las actuaciones han hecho que, pese haber descendido un 17% el número de delitos –han sido un total de 209 a estas horas–, las detenciones han crecido un 29%. 

Con todo ello, el alcalde ha realizado una valoración "positiva y satisfactoria", doblemente satisfactoria porque "no hemos tenido que lamentar ningún suceso grave de agresión sexual ni por delitos de odio o LGTBIfobia".

Tampoco se han registrado incidentes con los lanzamientos de los fuegos artificiales, de los que el alcalde ha puesto en valor los cambios introducidos para reducir riesgos.

Aburto ha aprovechado también su intervención para felicitar y agradecer el trabajo realizado por entidades, empresas y servicios estos nueve días de fiesta, en especial el de limpieza y seguridad, "que habéis hecho que un año más Aste Nagusia sea la mejor y más limpia fiesta popular y participativa del mundo".

Por todo esto, Aburto ha considerado "cumplido" el objetivo que desde el Ayuntamiento se habían fijado para estas fiestas, que era el de tener una Aste Nagusia "abierta, gratuita, inclusiva y respetuosa".