La campaña de las presidenciales francesas de abril comienza oficialmente hoy con un ambiente frío por la guerra en Ucrania, la pandemia y el convencimiento de que Emmanuel Macron logrará un nuevo mandato. Tanto Macron como la ultraderechista Marine Le Pen permanecen como los mejor posicionados para pasar a la segunda ronda del 24 de abril, aunque el actual jefe de Estado encara la recta final con un margen de ventaja reducido. Según una media elaborada ayer por el semanario Le Journal du Dimanche con cinco últimos sondeos, la diferencia entre uno y otra ha pasado de 14 puntos a nueve en dos semanas.

El presidente sigue liderando las encuestas con el 28,4% de las intenciones de voto en la primera vuelta, el 10 de abril, seguido por Le Pen (19,3%) y por el izquierdista Jean-Luc Mélenchon (14%), pero ha perdido la mitad del impulso logrado tras el inicio de la guerra en Ucrania el 24 de febrero.

Aunque su primer puesto no parece amenazado, la líder de Agrupación Nacional se consolida como la candidata que, igual que en 2017, se enfrentará a él en la segunda ronda, a la que intentan llegar doce aspirantes. "Lo que quiero no es pasar a la segunda, sino ganar. Creo que en los próximos cinco años la población merece algo mejor que la política de saqueo social de Macron, algo mejor que ver cómo se hunde su poder de adquisición", dijo ayer en la cadena France 2.

A Le Pen no parece preocuparle tampoco la fuerza electoral del líder de La Francia Insumisa, que en su opinión se beneficia de la desaparición de la izquierda pero no es una "alternativa seria" a Macron.

Esta podría ser para ella su última tentativa presidencial. "A priori, si no soy elegida no me volveré a presentar, pero seguiré haciendo lo que hago desde hace años, es decir, defender a los franceses. No sé todavía en qué puesto", sostuvo.

Actos precampaña

Para Macron el desafío radica en posicionarse como candidato más allá del rol de presidente, en no dar la impresión de que subestima la campaña con su negativa a participar en debates y en dejar claro que no solo tiene el poder, sino que lo sigue queriendo.

La rivalidad entre candidatos quedó ayer aparcada después de que un grupo de ciudadanos abuchearan a Le Pen anoche e irrumpieran en el plató en el que intervenía en directo desde el territorio caribeño de ultramar de Guadalupe. "La violencia en política es intolerable. Lo condeno con la mayor firmeza porque defiendo el debate democrático. Yo me bato contra las ideas de Le Pen, pero con el mayor respeto", sostuvo Macron en France 3.

Aunque las entrevistas y encuentros públicos de los diferentes candidatos se han sucedido desde hace semanas, a partir de hoy se pisa el acelerador. Tres de ellos hicieron ya ayer sus respectivas demostraciones de fuerza.

El ultraderechista Éric Zemmour convocó a sus seguidores en la plaza de Trocadéro, el mismo lugar en el que los conservadores Nicolas Sarkozy y François Fillon congregaron a sus fieles en mayo de 2012 el primero, entre las dos rondas, y en marzo de 2017 el segundo, antes de la primera vuelta, ambos sin suerte en las presidenciales de esos años.

Su organización ha anunciado que hay más de 50.000 personas inscritas. "Es la primera vez en la historia que un político está en situación de aunar a todas las derechas", aseguró su portavoz, Guillaume Peltier, en declaraciones recogidas por la emisora France Info.

Mélenchon organizó su mitin en Marsella, en el sur del país, mientras que el ecologista Yannick Jadot estuvo presente en París. "No dejéis que la cuestión del clima y de la justicia social sean apartadas y que la cuestión de Europa desaparezca. Está en juego nuestro presente y nuestro futuro colectivo", había dicho dicho el sábado en un mensaje a los jóvenes Jadot, que aparece en quinta posición, con el 5,5% de intención de voto.

Abstención. La alta tasa de abstención prevista, que podría llegar a la cifra récord del 30%, preocupa a los candidatos y obliga a sus equipos a estar atentos y no bajar la alerta. "Si los barrios populares no van a votar no tendré nada que hacer", apuntó ayer el candidato izquierdista Mélenchon en France 2, mientras que el presidente Macron, en una entrevista concedida a France 3, recordó a los ciudadanos que ir a las urnas es la mejor manera de defender sus respectivas creencias.