Europa persigue una estrategia aeroespacial “más agresiva” para trasladar fuera del planeta azul su ambición de ganar más peso geopolítico en el mundo, apoyándose en las oportunidades que ofrecen el presupuesto comunitario y los fondos para la recuperación económica tras la pandemia.

“La Unión Europea nació de un sueño” y “la evolución del espacio alimenta nuestros sueños como nada lo hace”, declaró el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en la apertura de la 13ª edición de la Conferencia Europea del Espacio, que reúne en Bruselas a los grandes agentes del sector.

El presupuesto de la UE entre 2021 y 2027 dedicará 14.800 millones de euros a la política espacial, que nutrirán gran parte de los fondos de la Agencia Espacial Europea (ESA) y deberán servir para garantizar el “acceso autónomo al espacio” y “desarrollar sus programas de ciencia”, pero también para limitar la dependencia europea “en este momento geopolítico tan particular”, resumió Michel. “Si queremos ser más fuertes, también tenemos que serlo en el espacio”, dijo el presidente del Consejo Europeo, quien definió el sector aeroespacial como “esencial para implementar las estrategias digital y ecológica” en ámbitos como los “datos, el Internet de las cosas o las misiones de observación de la Tierra”.

largo plazo

El ejemplo recurrente de esa autonomía estratégica espacial que persigue Europa es el sistema Galileo, que se desarrolló dos décadas después del GPS pero que es más preciso que su competidor estadounidense y evita a Bruselas depender de la tecnología militar estadounidense de geolocalización. El comisario europeo responsable de Industria, Thierry Breton, dijo que el sistema europeo de satélites Galileo y el programa Copérnico para analizar el planeta son “los mejores de su clase en el mundo”.

“Pero hay que pensar para los próximos 10 o 20 años (...). Europa tiene que tomar más riesgos. Anticiparlos cuidadosamente, por supuesto, y mitigarlos. Pero Europa tiene que moverse rápido y me alegra que la industria lo haya entendido”, señaló Breton.

Entre los retos a los que se enfrenta la UE, agregó, se cuenta “mantener el continente conectado pase lo que pase, incluyendo ataques masivos en Internet, que ya no son una ficción”, pero también utilizar el espacio para dotar de Internet de banda ancha “para todos y en todas partes” y “proyectar Europa en la era y las comunicaciones cuánticas”.

naves espaciales

“No hay política espacial sin acceso autónomo al espacio”, sentenció el comisario, quien subrayó que con el marco financiero plurianual de la UE para 2021-2027 “por primera vez se podrá utilizar el presupuesto comunitario para apoyar a la industria de lanzadores”.

“Tenemos una industria de lanzadores magnífica, pero los estándares de lanzadores se están redefiniendo actualmente fuera de Europa, todos lo sabemos”, dijo sin mencionar a Space X, la compañía privada de Elon Musk que en 2020 llevó a dos astronautas de la NASA a la Estación Espacial Internacional.

Por eso, Breton pidió “una estrategia más agresiva, más ofensiva” en materia de acceso al espacio.

“Europa no puede estar dividida en esto. Tenemos que ir más lejos de los intereses nacionales. Tenemos que romper los tabúes (...) y diseñar una verdadera política europea de lanzadores” para la siguiente generación de cohetes, si bien descartó desarrollar vuelos tripulados europeos, actualmente subcontratados a Rusia.

Relevo en la Agencia Espacial Europea. El futuro director general de la ESA, el austríaco Josef Aschbacher y actual responsable de robótica, que asumirá el mando de la agencia en julio como sucesor del alemán Jan Woerner, aseguró que esa agencia seguirá apoyando las líneas políticas definidas por la Comisión Europea y llamó a prestar atención a los nuevos competidores globales.

Año de desafíos. Thierry Breton aseguró que “el 2021 será un año definitorio para la política espacial europea” con “enormes desafíos” para los que habrá que “encontrar los recursos, establecer cooperación y romper los tabúes”.

14.800

Es el presupuesto de la UE entre 2021 y 2027 dedicará 14.800 millones de euros a la política espacial.