- Angela Merkel quiere conseguir un acuerdo europeo para cerrar las estaciones de esquí durante estas vacaciones navideñas y evitar así el riesgo de contagios. Una propuesta que ya ha puesto en alerta al sector y a países como Austria. Entretanto, la Comisión Europea insiste en que no puede pronunciarse al respecto porque esta es una competencia nacional, pero advierte de que una relajación temprana de las medidas puede provocar una tercera ola.

Por su parte, Francia ya ha anunciado que las estaciones permanecerán cerradas hasta el próximo año. Ahora Alemania quiere dar un paso más y llegar a un acuerdo europeo para armonizar esta prohibición en todo el bloque comunitario.

Pero probablemente un acuerdo a Veintisiete no llegue. Austria ya se ha pronunciado en contra del cierre y ha adelantado que sus centros y resorts de esquí permanecerán abiertos. Un escenario que no comparten sus vecinos italianos. Giuseppe Conte ya ha respaldado un retraso de la temporada esquí, ha pedido un acuerdo europeo en línea de lo que pide Bruselas y ha advertido del cierre de fronteras con sus vecinos austriacos si estos abren las estaciones finalmente.

El de las vacaciones para esquiar se perfila como uno de los temas divisorios en las capitales de cara a las próximas semanas. Si unos países cierran estaciones y otros no, el turismo nacional, muy golpeado, podría marcharse a otros Estados miembro. Una opción que amenaza con hundir más las economías de algunos países y aumentar el riesgo de contagios.

La Comisión Europea anima a las capitales a que coordinen todas sus medidas, pero poco puede hacer, ya que no tiene competencias para decir a un Estado miembro puede abrir sus centros de esquí o no. Aunque sí puede emitir recomendaciones, de momento el Ejecutivo comunitario se planta en señalar que relajar las medidas demasiado pronto puede dar lugar a una tercera ola.

La propia Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, reconoció hace unos días que la UE se había relajado muy pronto en verano, dando lugar a un fuerte aumento de los casos en todo el continente tras el parón estival. Europa es desde hace semanas, junto a Estados Unidos, la zona del planeta con peor situación epidemiológica. “Debemos aprender de las lecciones del pasado”, advirtió von der Leyen sobre una tercera ola de la covid, y sobre el deseo de “salvar la Navidad”.

En la nueva batalla europea, España se sitúa, por el momento, en el lado austriaco y aboga por una apertura “con seguridad”, en una industria que solo en la temporada 2019-2020 dejó 118,7 millones de euros en el país, 122,1 millones en la temporada 2018-2019, según Atudem (Asociación Turística de Estaciones de Esquí y Montaña).

Con esto, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, confirmó ayer la apertura de las pistas: “Con los protocolos de seguridad y las medidas tomadas, como la de exigir PCR a todos los viajeros internacionales garantizamos que España sea un destino seguro”, explicó Maroto, que aseguró que la posición de España es tener las actividades abiertas con seguridad, aplicando todos los protocolos.

118,7

En la temporada 2019-2020 las estaciones españolas ingresaron 118,7 millones de euros, una cifra algo inferior a la de 2018-2019, que fue de 122,1 millones de euros.