El Gobierno vasco mostró ayer su solidaridad con los voluntarios de Zaporeak y su "absoluto rechazo" a los ataques xenófobos que ha sufrido esta ONG guipuzcoana en Lesbos (Grecia).

El Ejecutivo vasco denuncia el "preocupante" incremento de los incidentes violentos y agresiones xenófobas que se han producido en los últimos días contra refugiados que han llegado a las islas griegas y contra los miembros de las ONG y de los medios de comunicación que, como Zaporeak, prestan asistencia humanitaria o informan sobre la situación en la zona.

El Gobierno vasco expresa, a través de un comunicado, su "absoluto rechazo" a esta respuesta violenta "de corte xenófobo". Además, advierte de que pese a tratarse de un comportamiento "minoritario", no deja de tener una "gran gravedad".

Además, el Ejecutivo expresa su "compromiso ético y solidario" con las personas refugiadas, de las que recordó que "se ven obligadas a abandonar sus hogares a causa de la guerra, la persecución o la pobreza extrema".

El Gobierno vasco también mostró su apoyo a las organizaciones sociales que realizan una labor humanitaria de ayuda a las personas que más lo necesitan.

En el caso de los miembros de Zaporeak que han sido agredidos, el Ejecutivo ya les ha trasladado su apoyo y se ha puesto en contacto con ellos para conocer su estado de salud y poner a su disposición la ayuda que puedan necesitar.

Agredidos por "fascistas" Miembros de la ONG guipuzcoana Zaporeak fueron agredidos por un grupo de "fascistas" que participaban en una manifestación cerca de la ciudad de Mitilini, en la isla de Lesbos, según denunció el domingo este colectivo. Los integrantes de Zaporeak regresaban de repartir comida a inmigrantes refugiados en la citada isla griega cuando los manifestantes les propinaron "puñetazos, golpes y zarandeos", según describieron en un comunicado. Como consecuencia de la agresión una furgoneta y un coche en el que se desplazaban los miembros de la ONG y algunos refugiados sufrieron importantes daños.

Zaporeak informó de que los agredidos "se encuentran a salvo" y denunciaron a la policía los hechos.

La ONG guipuzcoana explicó que, tras estos sucesos, el reparto de comida entre los refugiados "queda comprometido".