La situación se ha deteriorado hasta tal punto que “la Policía Municipal me tiene que escoltar para ir a casa”, señala uno de los vecinos de Zalla que han explotado, hartos de las “amenazas constantes” de la familia que ha okupado una casa en Basoaga. “Es insostenible, no podemos más”, denuncian. Este sábado a las 18.00 horas volverán a hacer visible su hartazgo y temor en una concentración en el barrio, después de la del jueves por la tarde delante del ayuntamiento.

“Han convertido el barrio en una guerra, con amenazas constantes, perros ilegales adiestrados para atacar o robos en el Garbigune”, que se encuentra cerca. Por eso, exigen “soluciones a este problema”. “¿Qué tiene que pasar para que se actúe? ¿Cuánto más debe aguantar la gente?”, se preguntan, a la vez que piden “ayuda”. “Hasta ahora, vivíamos en una zona tranquila en la que se podía pasear, andar en bicicleta, disfrutar de la naturaleza, cultivar la huerta o cuidar de los animales”, pero la tranquilidad llegó a su fin hace “cinco o seis meses”.

El Ayuntamiento asegura que en el municipio “no hay cabida para las amenazas, existe un procedimiento judicial abierto y se está trabajando” junto a las personas afectadas “con el objetivo de ofrecer una respuesta temprana a este problema de convivencia”.